Ponerle “puertas” al botellón –prohibido desde hace años en Galicia–, incrementar los cribados y reforzar la seguridad del ocio nocturno son los tres ejes de la estrategia de la Xunta para atajar los contagios entre los jóvenes. “La desescalada está en peligro y hay que tomar medidas”, advirtió ayer el conselleiro de Sanidade para explicar las medidas acordadas por el comité clínico el día anterior. “No teníamos pensado dar marcha atrás, pero cuando es necesario hay que hacerlo”, recalcó Julio García Comesaña en una jornada en la que los casos activos escalaron hasta 2.917 -hoy ya se rebasan los 3.200- tras registrarse 367 contagios, una cifra que no se alcanzaba desde febrero. Era el dato de ayer. Hoy Sanidade ya informa de 410 positivos en las últimas 24 horas. Galicia no registraba tantos positivos en un día desde la tercera ola de la pandemia, que alcanzó su cúspide a finales de enero pasado.

El corolario más trágico llegó al final del día, al informar Sanidade de lamuerte en A Coruña de una mujer de 38 años con coronavirus, el deceso número 2.439 de la pandemia del COVID-19 en Galicia. La víctima, que tenía patologías previas, es la cuarta de entre 30 y 39 años en la comunidad.

Comesaña ya había advertido en su comparecencia que “hay pacientes en cuidados intensivos entre 30 y 38 años, y en planta entre 29 y 34”. El incremento de casos no se está reflejando, de momento, en los hospitales: hay 58 pacientes ingresados, de ellos 12 en la UCI, los mismos que el martes, y 46 en planta. Pero el doctor Pedro Rascado, miembro del comité clínico, llamó a “no minimizar la situación”, dada la posibilidad de contraer “COVID crónico” y de que aparezcan complicaciones, también entre la población joven.

TRES MEDIDAS

La nueva estrategia enfocada a los jóvenes está basada en tres medidas. La primera ya existía, y es la realización de cribados masivos, que ahora se intensificarán en la franja de edad entre 18 y 35 años. Además de cribados por cita se instalarán puntos de toma de muestras para PCR sin cita previa. En esta medida se enmarca la convocatoria de 5.500 personas a cribados en A Illa, Vilagarcía de Arousa y Cambados. Estos municipios, junto con Vilanova de Arousa, pasarán el sábado al nivel medio de restricciones para unirse a Sarria, que ya estaba en él. El Sergas también ha anunciado hoy un cribado en Culleredo, localidad del área de A Coruña y Cee que este sábado subirá del nivel medio-bajo al nivel medio.

“Los niveles de adherencia son francamente bajos, hay que incrementarlos”, rogó Comesaña, que apeló a la responsabilidad de los convocados y recordó que en las farmacias se proporciona una prueba PCR a cualquiera que lo solicite.

La segunda medida encaminada a frenar la transmisión entre los jóvenes consiste en precintar los espacios donde habitualmente se celebran los botellones, como parques, plazas y playas. “Son un foco de transmisión del virus”, dijo el titular de Sanidade, que deberá contar con la colaboración de las autoridades municipales para llevar a la práctica esta medida.

La tercera medida supone una “apuesta por el ocio nocturno seguro, controlado”. A partir del sábado se permitirá que esté abierto en el nivel medio de restricciones, pero los clientes deberán exhibir un certificado de vacunación o una prueba diagnóstica negativa realizada en las últimas 48 horas. Vale tanto una PCR de muestra nasofaríngea o de saliva como un test de antígenos.

De esta forma, Sanidade abre la mano al ocio nocturno en el nivel medio con nuevas condiciones. A partir del sábado se beneficiarán de esta medida los diez municipios en este nivel de restricciones: Culleredo, Ribadavia, Ourense, Barbadás, Caldas de Reis, Poio, Pontevedra, Marín, Redondela y Salceda de Caselas.

Preguntado por la aparente paradoja que supone esta medida de apertura condicionada, Comesaña argumentó que el incremento de casos no está asociado al ocio nocturno de Galicia, sector que abrió el pasado 1 de julio en la comunidad, sino a las concentraciones de personas sin distancia ni mascarilla y bebiendo en la calle, y también a viajes estudiantiles a otras autonomías. “Sería curioso que el resultado de los botellones llevase al cierre del ocio nocturno. No queremos eso –respondió con rotundidad–. Queremos que cierre el botellón, esas zonas donde todo el mundo sabe que se concentran los jóvenes bebiendo y sin usar mascarilla”.

Vacunación

Sanidade anunció ayer que en diez días se terminará de vacunar a las personas de entre 60 y 69 años pendientes de la segunda dosis de AstraZeneca, que ahora son alrededor de 100.000. Ya hay 1.330.000 gallegos con la pauta completa.

Para conseguir el Certificado de Vacinación a través de la línea 900 del Sergas habrá que esperar unos días. Mientras, se puede obtener, por ejemplo, a través de la app Sergasmobil. Además, a partir de hoy se puede solicitar el certificado de vacunación impreso en papel en oficinas de farmacia.