Basta depositar la primera saliva de la mañana —antes de beber, comer, fumar o lavarse los dientes— en el dispositivo que previamente se ha recogido en la farmacia y llevarlo de nuevo a la botica para su análisis. En solo 24 o 48 horas, el usuario sabrá si está infectado o no de coronavirus. Una forma sencilla y gratuita de hacerse un cribado que es posible en más de 475 farmacias de toda la provincia coruñesa. Desde que el 18 de marzo comenzó esta colaboración del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña (COFC) y el Sergas, las boticas han dispensado 35.431 kits para realizar el test de saliva. “La mayoría de la demanda se produce en adolescentes, que vienen sus padres a por el test, y en personas jóvenes, grupos que en algunos momentos quedaron descolgados porque no estaban incluidos en cribados poblacionales”, señala el secretario del COFC, Ramón Sáez, quien califica como “positivos” estos casi cuatro meses de cribado y recuerda que son pruebas que se realizan a personas sin síntomas y sanas, “por lo que cualquier positivo que detectemos servirá para frenar cadenas de transmisión y evitar que infecte a otras personas al desconocer que está contagiado”.

Galicia fue pionera en permitir que la población acceda de manera gratuita a test de saliva en las farmacias. Tras una prueba piloto en la provincia de Pontevedra, la medida se amplió también a las boticas de A Coruña. Se comenzó el 18 de marzo en el concello de Arteixo y el 24 de ese mes en Culleredo —entonces, dos de los municipios más afectados del área sanitaria—, para en abril extender la medida a 476 farmacias de toda la provincia (aunque en ese momento solo para adolescentes de 12 a 17 años) y finalmente desde el 19 de mayo ofrecer este cribado a cualquier ciudadano de entre 12 y 64 años. Desde el 18 de marzo hasta el pasado 6 de julio, las boticas coruñesas repartieron un total de 35.431 kits para el test de saliva. “Al comienzo hubo un boom de demanda [los tres primeros días de apertura del cribado a adolescentes se solicitaron más de 8.500 test] que poco a poco fue decayendo y que repunta en función de cómo esté la situación en la calle. Cuando, como ahora, hay un número de contagios más elevado, hay más demanda”, explica este farmacéutico coruñés.

Desde el Colegio de A Coruña reconocen que aunque el test de saliva está abierto a cualquier ciudadano con tarjeta sanitaria del Sergas entre 12 y 64 años y lo demandan personas de cualquier edad, la mayoría son adolescentes o jóvenes. “Al principio eran justo los grupos que no se incluían en cribados poblacionales y ahora vienen los padres por diferentes causas. Es habitual si el joven ha ido a un campamento y allí hubo un positivo y aunque su hijo no sea contacto estrecho, los padres quieren hacerle la prueba o casos de padres donde el niño sí fue confinado al ser contacto estrecho y quieren hacerse ellos el test”, indica Sáez, que reconoce que aunque la gran mayoría solicita el test en la botica porque ha estado en algún ambiente donde se ha detectado un positivo, otros lo hacen por mera precaución. “Es frecuente también hacérselo antes de viajar o justo al volver o hay quienes lo demandan porque van a tener una reunión con más gente y por una cuestión de seguridad”, sostiene. Además, también hay parejas que celebran este año su boda y que aconsejan como prevención a sus invitados que se realicen este test de saliva para detectar posibles asintomáticos antes.

La dinámica es sencilla. Los interesados deben acudir con su tarjeta sanitaria o DNI a una de las 476 farmacias que lo ofrecen —el 85% de toda la provincia— y solicitar el kit para realizar el test de forma totalmente gratuita. Los únicos requisitos son tener tarjeta del Sergas con domicilio en la provincia coruñesa, no haber tenido COVID en los últimos tres meses, no haber sido contacto estrecho en los últimos días con un positivo, no haberse hecho una PCR en dos semanas y no tener síntomas compatibles con el coronavirus.

Una vez allí se le da de alta en el sistema para que el resultado le llegue a través de un SMS al móvil y se le entrega una hoja en la que confirma su consentimiento —al propio interesado o si es menor de 16 años a su tutor—. “La recogida de muestras es sencilla. Hay que echar la primera saliva de la mañana antes de comer, beber o lavarse los dientes en el tubo y agitar como indican las instrucciones”, explica Sáez, que recuerda que se llevará de nuevo a la botica que a su vez lo envía al laboratorio de referencia y en un máximo de 48 horas se obtiene el resultado.

Ramón Sáez, secretario del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña: “La detección temprana de un asintomático permite evitar un alto porcentaje de contagios”


El Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña no precisa el número total de positivos obtenidos en los más de 35.000 test de saliva realizados desde el marzo, pero reconocen que aunque no sea una cifra muy elevada, todo contagiado que se detecte es un éxito y permite frenar la transmisión. “Los test de saliva en las farmacias son una herramienta muy útil ya que están dirigidos a la detección temprana y a descubrir asintomáticos”, explica el secretario de esta entidad, Ramón Sáez, que reconoce que los positivos “son similares a los de otros cribados poblacionales, por ejemplo”, pero recuerda que no es tan importante lo elevada de la cifra sobre lo que consigue a nivel comunitario. “Aunque la cifra de positivos no sea muy elevada, el porcentaje de infectados que se evitan sí es alto porque son personas sanas, sin síntomas y que si no se hacen estas pruebas podrían contagiar a los demás ante el desconocimiento de que tienen la enfermedad”, asegura este farmacéutico, quien califica la opción de poder hacerse test de saliva gratis en las farmacias como una “herramienta sencilla y cómoda” para hacerse la prueba porque todo el mundo tiene un establecimiento de estas características cerca. La demanda de este tipo de test es homogénea a lo largo de estos cuatro meses de cribado aunque repunta puntualmente en las farmacias ubicadas en zonas con mucha gente joven.