Las cifras del COVID-19 en Galicia siguen siendo muy negativas. Ayer fuentes de la Consellería de Sanidade expresaron su preocupación por el hecho de que más de la mitad de los pacientes de coronavirus ingresados en las UCI gallegas tienen 40 años o menos. Los nuevos casos detectados en el último informe diario han sido 655, una cifra que no se registraba desde febrero, en plena tercera ola posnavideña. Esto se traduce en un rápido crecimiento de los casos activos, que son ya 4.168, el doble que una semana atrás. A Coruña ya no es el área sanitaria más afectada —le supera Vigo con 871 infectados— pero los casos siguen al alza tras 107 nuevos positivos (la cifra más alta desde el pasado mes de febrero), lo que eleva el número total de contagiados a 821.

De los 655 contagios detectados en la última jornada, las áreas sanitarias que más notificaron fueron las de Vigo, con 161 nuevos casos; seguida de la de Ourense, con 128; Pontevedra, con 119; y A Coruña, con 107, según el Sergas.

La incidencia del virus en los gallegos de 20 a 29 años se ha cuadruplicado en solo doce días, y la cifra diaria de contagios supera el centenar desde el pasado 24 de junio. Pese a que la comunidad gallega mantiene una incidencia a 14 días de 138, entre las más bajas de España, la comparación deja de ser halagüeña si se realiza con el resto de Europa. El último mapa del Centro de Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) muestra una Península Ibérica, incluida Portugal, de nuevo con incidencias muy por encima de las mostradas por el resto del continente, con las previsibles consecuencias negativas para el turismo al inicio del verano.

El índice de positividad de las PCR se ha disparado en los últimos días y alcanza el 6,8%. La última vez que se superó el porcentaje del 5%, marcado por la OMS como umbral de control de la epidemia, fue el pasado 15 de febrero.

Además, el virus ha vuelto a los geriátricos gallegos después de un mes sin notificaciones. Cinco usuarios de la residencia de mayores García Hermanos de Betanzos, todos vacunados, dieron positivo tras un cribado realizado al contagiarse un trabajador. Se trata de los primeros casos desde el falso positivo en Sarria hace más de un mes. Los últimos fueron detectados en un centro de Chantada el 30 de abril.

La parte positiva es que la presión hospitalaria se mantiene baja con 59 ingresados, uno menos que la jornada anterior. En el área sanitaria coruñesa son 18 los hospitalizados, tres en críticos.

El Sergas no notificó ayer ningún nuevo fallecimiento entre pacientes con COVID, siendo la última hasta el momento la mujer de 38 años que murió el pasado martes en el Hospital de A Coruña.