El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, incidió ayer en que el protocolo de adaptación al COVID de los centros de educación no universitaria de Galicia para el próximo curso es un “documento vivo” que evolucionará según la situación sanitaria. Rodríguez recordó que este texto, que el viernes fue trasladado al Consello Escolar de Galicia, está avalado por el comité clínico que asesora a la Xunta en la gestión de la pandemia y recoge los principales acuerdos de la última comisión interterritorial de sanidad.

“Sabemos que es un documento vivo, que va a evolucionar en función de la dinámica sanitaria”, señaló y añadió: “Nosotros quisimos hacerlo ya para dar certezas. Tenemos unas certezas y podemos ir trabajando en base a ellas”. En su intervención, aseguró que le gustaría poder introducir “cambios a mejor” y “reducir las restricciones”, cuestión que si es posible “se incorporaría” y “se trasladaría a los centros educativos”.

En concreto, el protocolo permite que los alumnos compartan objetos tanto en el aula como en el recreo y, además, contempla que los grupos de convivencia estable puedan interaccionar con otros del mismo curso si la incidencia es baja. Eso sí, la mascarilla será obligatoria a partir de los 6 años y en las aulas habrá que guardar una distancia de 1,2 metros.