El coronavirus no da tregua. Ya hay más de diez mil personas en Galicia pasando la infección por SARS-CoV-2, concretamente 10.363 (946 más que en recuento anterior), tras detectarse 1.170 contagios, más del doble que los 519 de hace una semana. Las cifras de Sanidade, con datos hasta las 18.00 horas del sábado, reflejan un ligero descenso en los diagnósticos, tras dos días consecutivos por encima de 1.300, y que puede atribuirse al fin de semana. Los casos activos de COVID-19 se han duplicado en una semana —el 11 de julio se registraban 4.561— y también se han multiplicado por dos los ingresados en UCI en el mismo periodo, pasando de 11 a 22 en solo siete días —hay dos ingresados más en el último balance diario—. También se han disparado los ingresados en otras unidades de hospitalización, que alcanzan ya el centenar tras sumar 21 en una sola jornada. El total de 122 hospitalizados es la cifra más alta desde el pasado 31 de mayo.

Galicia no sobrepasaba el umbral de los 10.000 casos activos desde el pasado 19 de febrero, cuando se notificaron 10.040. Entonces se atravesaba el descenso de la tercera ola, la surgida a raíz de las fiestas de Navidad, Fin de Año y Reyes, y las cifras eran mucho mayores: 169 pacientes en UCI y 644 en otras unidades de hospitalización, cifras que multiplican por 7 y por 6, respectivamente, las que se registran actualmente (22 en UCI y 100 en planta).

Este aumento desbocado de infecciones coloca a Galicia en la senda de la tercera ola, en la que la comunidad alcanzó la cifra récord de un total de 22.608 casos activos el 31 de enero. Gracias a las vacunas las perspectivas en cuanto a ingresos hospitalarios y muertes no son las mismas, pero el incremento de casos no deja de ser preocupante.

Por áreas sanitarias, la presión hospitalaria sube en seis de ellas —la de Ferrol se mantiene— y no desciende en ninguna. Donde más repuntan los hospitalizados es en la de Ourense, Verín y O Barco, que suma cinco nuevos y se sitúa como el distrito con mayor número de ingresados, un total de 28: 24 en planta (+5) y cuatro en UCI (sin cambios).

Le sigue el área sanitaria de A Coruña y Cee, que pasa de los 21 ingresados a 27, con ocho pacientes críticos (+2). Por detrás, están la de Vigo, que contabiliza 22 hospitalizados (+5), pero que mantiene los dos pacientes en UCI notificados en la jornada anterior; y la de Pontevedra y O Salnés, con un total de 16 ingresados (+3), y cinco de esos pacientes en la unidad de cuidados intensivos —al igual que el pasado viernes—.

En el área sanitaria de Santiago y Barbanza también registra un aumento en los hospitalizados, que ascienden a 10 (+3), todos en unidades convencionales; y en la de Lugo, A Mari ña y Monforte, el repunte es mínimo y suma un nuevo ingresado con lo que alcanza los 10 pacientes en planta convencional, ya ninguno de ellos está en la UCI.

Mientras tanto, en la de Ferrol no se han registrado nuevos hospitalizados y la cifra se mantiene en nueve personas ingresadas, de los que tres están críticos.

El porcentaje de infecciones por test PCR realizados, a fecha del pasado sábado, se sitúa en el 13,4 por ciento. Dejando a un lado las cifras de la primera ola, en la que la capacidad diagnóstica era muy limitada, es el porcentaje más alto de la gráfica que ofrece el Sergas, por encima del récord anterior, que databa del 21 de enero con el 12,8%.

La mejor noticia sigue siendo la escasa mortalidad por COVID. Ayer tampoco se notificaron fallecidos, por lo que la cifra de decesos queda en 2.442.

Rueda descarta restricciones generales y Pontón lo apoya

El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, volvió a descartar ayer medidas restrictivas generales en toda Galicia y añadió que el comité clínico seguirá analizando la situación y proponiendo medidas localidad a localidad. Reconoció que hay un gran aumento de casos, de hecho ayer Galicia superó los diez mil y ya tiene más que durante el pico de la segunda ola, el pasado noviembre, si bien recordó que la incidencia hospitalaria “afortunadamente” no es la misma. En cuanto a la hostelería y los locales de ocio nocturno, Rueda señaló que siempre que sea posible se hará compatible su apertura con la situación sanitaria. Además, lanzó un mensaje para los jóvenes que no cumplen las normas: “Que miren alrededor, seguro que tienen mucha gente contagiada. Mientras no estén vacunados la única solución es cumplir las normas sanitarias, así que les pido un poco paciencia”. Por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, defiende por ahora evitar “medidas drásticas y que a nadie le gustan”, como el toque de queda. “Mejor dejar las cosas como están, siempre teniendo en cuenta que lo prioritario son las vidas de las personas”, señaló al ser preguntada por si es partidaria de un toque de queda. Pontón considera que “tampoco” cree que se “puedan tomar las mismas medidas con casi un 60 por ciento de la población vacunada que cuando no había vacunas y, por lo tanto, el riesgo era mucho mayor desde el punto de vista sanitario”.