Vuelve el desbarajuste autonómico tras el freno —y marcha atrás— a la desescalada por la quinta ola. La ausencia de una nueva legislación de pandemias y la necesidad de las comunidades de apoyarse constantemente en los tribunales vuelve a propiciar decisiones desconcertantes. El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) denegó el toque de queda solicitado por el Gobierno foral navarro, y un juzgado de Palma imputó directora general de Salud Pública de Baleares por un presunto delito de prevaricación y detención ilegal por la cuarentena de estudiantes en un hotel mallorquín.

El Ejecutivo navarro pretendía implantar el toque de queda entre la 1 y las 6 horas para los municipios en riesgo muy alto por COVID-19, es decir, con una incidencia mayor de 250 por 100.000 habitantes a 14 días. La medida afectaría al 80% de los municipios y a más del 90% de la población, y hubiese entrado en vigor la pasada medianoche, pero la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJN la denegó.

El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno navarro, Javier Remírez, reiteró que el toque de queda es “una medida imprescindible y necesaria” y anunció que Navarra emitirá una nueva orden que “motive suficientemente” esta necesidad. El TSJN ya rechazó en mayo, cuando finalizó el segundo estado de alarma, el toque de queda decretado por el Gobierno de Navarra al considerar que no superaba “el canon de necesidad y proporcionalidad”.

Lo que de ninguna manera se esperaba era que un juzgado de Palma citase como investigada a la directora general de Salud Pública de Baleares por el confinamiento de estudiantes en el macrobrote de Mallorca. Maria Antònia Font tendrá que declarar en septiembre por un presunto delito de prevaricación y detención ilegal.

En medio de este panorama, el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, no dudó ayer en calificar a las administraciones, incluida la suya, de “idiotas” por desestimar el virus. “Sí, somos idiotas, tengo que admitirlo —enfatizó—, porque hemos hecho las mismas cosas en las cinco olas sabiendo lo que iba a ocurrir y sin cobertura de rebaño”, reconoció. Igea afirmó que desde el Gobierno central se ha “relajado” a la población, se ha “mentido al virus” y se ha dicho que “volvían las sonrisas”: “¿Han visto ustedes a Macron o Merkel decir que han vuelto las sonrisas?”, preguntó retóricamente Igea.