El presidente de EEUU, Joe Biden, recibió ayer un informe clasificado de los servicios de inteligencia del país sobre la pandemia, aunque no es concluyente sobre el origen del virus. Según The Washington Post, que cita a dos funcionarios familiarizados con el asunto, el documento es el resultado de la investigación que Biden encomendó realizar en mayo a las agencias de inteligencia durante un plazo de 90 días.

Los expertos, pese a analizar datos de inteligencia existentes y de buscar nuevas pistas, no llegaron a un consenso sobre la procedencia del virus, que puede haber pasado de un animal a un humano o ser producto de un accidente en un laboratorio. China, por su parte, pide que se investigue también a laboratorios norteamericanos.

Estados Unidos manifestó en febrero su insatisfacción con los resultados preliminares de las investigaciones realizadas por expertos internacionales en Wuhan para buscar el posible origen de la pandemia, y consideró que las autoridades chinas habían ocultado datos a esa misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Precisamente ayer el director general de esta entidad, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reconocía la necesidad de acelerar los nuevos estudios para hallar los orígenes del SARS-CoV-2.