El próximo disco de la banda, La esquina de Rowland, ve la luz el próximo 8 de octubre. ¿Qué puede avanzar sobre este álbum, que promocionan como “el más Hombres G” de todos?

La verdad es que este es un disco muy especial, sobre todo, por las circunstancias en las que se ha hecho, porque aprovechamos el confinamiento terrible de la pandemia. Nosotros teníamos pendiente antes una gira muy potente, con viajes a Estados Unidos y México, y tuvimos que aplazarlo todo, así que aproveché ese impasse para componer nuevos temas. El resultado han sido catorce canciones muy muy cuidadas, con todo el tiempo del mundo para mejorar las letras, cambiar las estructuras y, luego, grabar con los chicos en mi casa, más juntos que nunca. Creo que hemos hecho un disco precioso, porque es un disco hecho sin prisas, que no es lo habitual, y estoy deseando que lo escuchen los fans porque es, como mínimo, el mejor disco que hemos hecho en este siglo.

Por otra parte, el repertorio de la gira en la que están inmersos incorpora algunos temas del nuevo disco pero enhebra, sobre todo, los grandes himnos de Hombres G. ¿Cómo dialogan todas estas etapas?

Por el momento, estamos tocando dos canciones del disco nuevo: Se me sale el corazón y La esquina de Rowland, pero, a partir del lanzamiento del disco, ya presentaremos el resto. Ahora, en los conciertos, como dices, estamos tocando una selección de las mejores canciones de toda nuestra vida. En ese sentido, tenemos un problema, que es que tenemos como unas veinte canciones imprescindibles que no podemos quitar nunca del repertorio y eso deja poco hueco a nuevas incorporaciones. Pero todas las canciones dialogan muy bien entre ellas porque creo que comparten un punto en común: que no envejecen.

¿Cuál diría que es la clave de que no envejezcan y que, incluso, calen aún en las nuevas generaciones?

Es que es increíble porque hasta las canciones más antiguas, como Sufre, mamón, Venecia o Marta tiene un marcapasos, no envejecen nunca. Yo creo que es porque nosotros, en aquella época, huimos de ese sonidito de moda de los 80 e intentábamos hacer algo distinto. Y el resultado es que las canciones parece que no han envejecido y vemos que un chaval de doce años escucha Sufre, mamón y le impacta igual que le impactó al chaval de doce años que la escuchó en 1985. Entonces, no podemos dejar de tocarlas nunca, porque la gente no nos lo perdonaría.

En cuanto a proyectos de futuro, el pasado 6 de agosto arrancaba el rodaje de la película musical de Hombres G, Voy a pasármelo bien, dirigido por David Serrano. Casi nada.

Casi nada. La semana pasada estuvimos con el equipo en Valladolid, que ahora está en Guadalajara. La trama es una historia de niños de trece años en los años 80 —se aprovechó para rodar ahora, que no hay cole— y que luego se reencuentran en los años 2000, ya adultos. Pero no puedo contar más del argumento, porque me matan. Sí puedo decir que es una historia muy bonita y muy tierna, con mucho sentido del humor, y trenzada con las canciones de Hombres G. Su estilo es similar al de La la land o Mamma Mia!, en el sentido de que no es un biopic de Hombres G, sino una historia contada con nuestras canciones.

Su estreno el próximo 2022 coincidirá con el 40º aniversario de la banda. ¿Nos espera alguna sorpresa más para celebrar esta efeméride?

Por supuesto, haremos una gira especial del 40º aniversario, pero la película será un acontecimiento fantástico porque es una coproducción con México, así que vamos a estrenar en cines en España, México y Estados Unidos, por lo que impactará en nuestro público en España pero también a nivel internacional. Si todo sale bien, la película se estrenará en junio de 2022 y estamos muy ilusionados, como coproductores del proyecto y como parte del equipo a través de la banda sonora.

¿Cuál es su balance de estas casi cuatro décadas en los escenarios, siendo, además, los mismos cuatro integrantes originarios de la banda?

Pues podría soltarte una chapa enorme (risas) sobre todo lo que hemos vivido, pero lo resumiré con una frase: “Me lo sigo pasando muy bien”. Cuando yo empecé en esto tenía 17 años y mi objetivo, mi premisa, era pasármelo bien, porque ni siquiera pensaba que esta iba a ser mi profesión. Pero el disfrute ha sido siempre obligatorio. Nosotros estamos los cuatro juntos porque los cuatro somos felices, porque nos queremos mucho y porque somos como hermanos. Si lo piensas, nosotros hemos vivido toda la vida juntos e, incluso, hemos vivido más entre los cuatro juntos que con nuestras propias familias. Por lo tanto, la unión del grupo es muy fuerte y nuestra manera de trabajar es muy sencilla porque nos llevamos muy bien. Entonces, pasan los días, los meses, los años y, de repente, pasan cuarenta años. Y ha sido como te digo: sin hacer nada más que reírnos y disfrutar de la vida, viajar por todo el mundo, tocar, cantar; en definitiva, lo que nos gusta. Yo me considero una persona muy privilegiada y todos los días doy gracias por la vida que tengo.

Entonces, a título personal, ¿le queda todavía algún sueño por cumplir?

Pues después de haber cumplido tantos sueños que ni siquiera había soñado, te diré que mi sueño ahora mismo es continuar: tener salud para poder seguir haciendo lo que me gusta y poder cuidar de la gente que quiero. Eso es lo único que le pido a la vida. Ya estoy en una edad en la que juego en el minuto 20 de la segunda parte, así que ya tengo que pensar más bien en cuidarme para poder hacer lo que me ha gustado hacer toda la vida.