El 50% de los nuevos empleos requerirán titulados en formación profesional (FP). La empleabilidad en esta modalidad es ya del 90%, “y puede ser superior con la dual”. Además, “quienes han cursado FP tienen una tasa de paro seis veces inferior a la media de los jóvenes de su edad”. Con estos argumentos defendió ayer la titular de Educación, Pilat Alegría, la nueva ley de FP, que inicia ahora su andadura parlamentaria, con el fin, sobre todo, de dignificar estos estudios.

La nueva FP prevé, entre otras novedades, una enseñanza a la carta que se adaptará a las necesidades de los estudiantes. Hasta ahora, la única opción era realizar un ciclo completo, fuera del grado que sea. Con esta propuesta, los alumnos podrán realizar microformaciones, cursos especializados y elementales de unas 50 horas lectivas en centros oficiales.

Esta microformación será acumulable, así que se podrán realizar los cursos que se puedan o quieran para ampliar currículo. Y al estar dentro del sistema educativo, tendrán titulación oficial, al contrario de lo que pasa en academias privadas, dominadas muchas veces por el intrusismo y la mediocridad.

Estos cursos estarán disponibles para cualquier alumno, con independencia de su edad y formación. Fuentes del Ministerio de Educación explican que pueden ser especialmente interesantes para personas de mediana edad que quieran reciclarse tras quedarse en paro o que no pueden seguir actividades académicas más extensas.