El Gobierno de Reino Unido anunció ayer que a partir del próximo 4 de octubre ya no existirán países en ámbar en su mapa de riesgo por coronavirus, que pasará a tener “una única lista roja”, por lo que los viajeros que lleguen a territorio británico desde países como España ya no tendrán que presentar ningún test negativo de COVID-19 si han completado la pauta de vacunación.

El ministro de Transportes, Grant Shapps, anunció que se aplicará un sistema “más sencillo” para el viajero, de tal forma que no tendrán que demostrar que no son portadores del virus para entrar en el Reino Unido, como ya venían apuntando las autoridades británicas.

Este cambio entrará en vigor el 4 de octubre, con vistas a que “más adelante” se modifiquen también los protocolos posteriores a la llegada, para que la PCR obligada a los dos días pueda sustituirse por una prueba de antígeno de flujo lateral, “más barata”.