Con “optimismo” y “ganas de retomar proyectos” afronta este inicio de curso, en un escenario diametralmente distinto y “mucho más seguro” que el anterior “gracias a la campaña de vacunación”, el gerente del área sanitaria de A Coruña y Cee, Luis Verde Remeseiro, quien asegura que uno de los grandes retos de la dirección médica del Complexo Hospitalario Universitario (Chuac) es finalizar este año “con un volumen de actividad y unos tiempos de respuesta” similares a los de 2019. “Queremos aproximarnos a la situación previa a la pandemia de COVID y creo que lo vamos a conseguir”, subraya, “ilusionado” ante la posibilidad de ir recuperando, con cautela, la “normalidad”. Hoy darán un nuevo paso, con la celebración de una jornada sobre salud digital (E-Health), dedicada a las oportunidades (y también a las amenazas) de las nuevas tecnologías y dirigida a profesionales sanitarios, en la que distintos especialistas del propio Chuac y de la Universidade da Coruña (UDC) expondrán experiencias de éxito, y proyectos futuros, en ese ámbito.

¿Cómo afronta su equipo el ‘inicio de curso’ después de un año y medio largo de pandemia?

Más tranquilos, al disponer de mucho más conocimiento, y cierta experiencia acumulada, sobre el abordaje del COVID. Además, el otoño llega en un momento en que estamos razonablemente bien, tanto a nivel epidemiológico, como en hospitalización. El escenario es totalmente distinto al de hace un año gracias a la campaña de vacunación.

¿Cuál es el principal reto en esta etapa?

Nuestro objetivo es finalizar este año con un volumen de actividad y unos tiempos de respuesta similares a los de 2019. Durante el próximo trimestre, vamos a realizar un esfuerzo enorme para aproximarnos a la situación anterior a la pandemia, siendo conscientes de que el SARS-CoV-2 continúa aquí y, por tanto, hay que seguir trabajando y manteniendo medidas de protección. Obviamente, debemos tener los pies en la tierra, pero soy optimista. La sociedad, en su conjunto, ha hecho un gran esfuerzo durante todo este tiempo, y a los profesionales que trabajan en nuestros centros los veo con ganas de recuperar el escenario previo a la pandemia. Y creo que lo vamos a conseguir.

Hoy dan un paso más, con la celebración de una jornada sobre tecnologías aplicadas al ámbito de la salud dirigida a profesionales sanitarios. ¿Qué supone el retomar, también, esta otra actividad?

Recuperar este tipo de encuentros es extraordinariamente importante, pues ayuda a ver que nos aproximamos, por fin, a una situación de cierta normalidad, tras un año y medio hablando, casi exclusivamente, de COVID. Hacerlo, además, con una jornada sobre salud digital (E-Health) nos ilusiona de manera especial.

¿Por qué?

Porque la salud digital lleva mucho tiempo presente en nuestro día a día, pero la pandemia de SARS-CoV-2 nos ha hecho ver la necesidad de continuar avanzando, y profundizar más, en ese ámbito. Urge mejorar los conocimientos de los profesionales sanitarios sobre el uso y la aplicación de nuevas tecnologías en su entorno laboral, y seguir estimulando la puesta en marcha de nuevos proyectos. Con este doble objetivo, nos lanzamos a organizar esta jornada, que aprovecharemos, también, para exponer algunas experiencias de éxito que implementamos en los últimos 18 meses y que, en algunos casos, trabajábamos ya desde antes.

¿Por ejemplo?

La emergencia sanitaria nos obligó a acelerar e improvisar, en cierto modo, soluciones. No obstante, en nuestra área sanitaria trabajábamos ya en medicina predictiva, mediante sistemas de inteligencia artificial que ayudan a mejorar diagnósticos y tratamientos en diferentes ámbitos asistenciales. Herramientas que conviene acompañar de ciertas precauciones o medidas de seguridad, tanto para los profesionales sanitarios, como para los propios pacientes.

¿Recibe algún tipo de formación, el personal clínico, a este respecto?

Por supuesto. Nuestra inquietud por la capacitación digital viene de atrás, por eso disponemos de un plan de formación para nuestros médicos residentes (MIR). Las organizaciones sanitarias, y en concreto los hospitales, debemos ser motor de innovación y emprendimiento para devolver a la sociedad todo lo que nos da para poder funcionar. Por eso organizamos, también, jornadas como la de hoy, de donde pueden salir iniciativas extensibles a otras áreas, e incluso a otros países. Nuestra intención es ofrecer soluciones aprovechables que generen un retorno social.

El encuentro de hoy reunirá a especialistas de áreas tan diversas como la oncología médica, la biología, la informática aplicada a la salud o la inteligencia artificial. ¿Dónde convergerán?

La idea es que cada grupo profesional o servicio hospitalario exponga cómo se han adaptado a las necesidades asistenciales durante la pandemia de COVID, y qué papel ha jugado la tecnología. Cómo les ha ayudado. Y los especialistas de la UDC, con quienes colaboramos de forma habitual, van a aportar luz, también, sobre esta cuestión. Durante el último año y medio, hemos realizado mucha actividad no presencial. Pero la actividad no presencial no se limita a la consulta.

¿A qué se refiere?

A que la no presencialidad incluye mucho manejo de pruebas diagnósticas o las recomendaciones de pautas terapéuticas. La emergencia sanitaria nos ha hecho ver que la tecnología nos puede ayudar a hacer cosas —sin la presencialidad, y también con ella—, más allá de recoger información y datos en las salas de espera de nuestros centros a través de dispositivos móviles, o de manejar las encuestas de opinión y satisfacción de los pacientes mediante códigos QR que ponemos a su disposición en esos espacios y que les permiten avanzarnos, por ejemplo, cuál es su estado de salud. Hay un abanico enorme de posibilidades que debemos aprovechar, y los sistemas de apoyo al diagnóstico e inteligencia artificial nos ofrecen muchísimas oportunidades de futuro.

¿Telemedicina y presencialidad son conceptos antagónicos o pueden complementarse?

Sin duda pueden complementarse. En las últimas semanas (gracias, fundamentalmente, a la vacunación) se ha producido un aumento de la interacción social a todos los niveles: familiar, laboral... y también en los dispositivos o centros asistenciales. En este último caso, sin embargo, es importante aprovechar el conocimiento generado durante la pandemia de COVID para facilitar y mejorar la atención. El ámbito de la salud ofrece muchas posibilidades de emprendimiento, tanto para los propios centros sanitarios, como para las universidades, la iniciativa privada o ciudadanos que, a título personal, se quieran implicar en el sector de las nuevas tecnologías. Somos fuente de riqueza, y esto nos beneficia a todos.

Hablar de innovación tecnológica en el ámbito de la salud es hacerlo, indiscutiblemente, de robótica. El Hospital Universitario cuenta, desde el pasado verano, con un robot Da Vinci en su ‘plantilla’. ¿Prevén incorporar, a medio plazo, más equipos de este tipo?

Nuestro proyecto de desarrollo de cirugía robótica es un proyecto de hospital que se inicia, de alguna manera, con la incorporación del robot Da Vinci, que empezamos a utilizar el pasado mes de julio. Una tecnología muy costosa, a la que hay que sacar el máximo rendimiento posible, de ahí que, una vez finalizado el periodo vacacional, hayamos planificado ya su uso diario. No obstante, la cirugía robótica ofrece la posibilidad de integrar sistemas mucho menos espectaculares, pero igual de útiles para resolver problemas en distintas especialidades médicas, a veces incluso en pequeñas intervenciones. En este camino estamos, y por él vamos a seguir. Nuestra intención es que muchas áreas se puedan beneficiar de Da Vinci, sin dejar de lado otras pequeñas ayudas, robotizadas también, en las cirugías.