El escritor tanzano en inglés Abdulrazak Gurnah es el ganador del Premio Nobel de Literatura 2021. Se trata del quinto galardonado africano desde que se instauró el premio en 1901, tras los reconocimientos obtenidos por Wole Soyinka (1986), Naguib Mahfuz (1988), Nadine Gordimer (1991) y J. M. Coetzee (2003).

La Academia Sueca no se ha había dado excesiva prisa en cumplir la promesa que hizo tras su reestructuración que limpiaba sus sucios establos de corrupción. A partir de aquel momento se pondría más atención en distinguir a escritoras, que en sus 118 ediciones solo había premiado a 16, siete de ellas en el siglo XXI. También expresó un mea culpa respecto a su eurocentrismo galopante. Han tenido que pasar tres años (las ediciones del 2018 y 2019 fueron para Handke y Olga Tokarczuk, en 2020 se premió a la norteamericana Louise Glück) para que el estamento cumpliera aquella promesa con el tanzano Abduldrazak Gurnah, residente en Londres, en quien el jurado ha destacado su “penetración intransigente y compasiva de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes”.

El presidente de comité Nobel Anders Olson destacó que las novelas de Gurnah, que creció en la isla de Zanzíbar (Tanzania) pero llegó a Inglaterra como refugiado a finales de la década de 1960, “huyen de las descripciones estereotipadas y abren nuestra mirada a un África Oriental culturalmente diversificada, desconocida para la mayoría en otras partes del mundo”.

Como escritor, Gurnah “ha penetrado de manera constante y con gran compasión en los efectos del colonialismo en África Oriental y sus efectos en las vidas de las personas desarraigadas y migrantes”, dijo Olsson a los periodista reunidos en Estocolmo.

En España se han publicado traducidas al castellano tres novelas de Gurnah: Paraíso (1997) Precario silencio (1998) y En la orilla (2003). Las dos primeras fueron editadas por El Aleph y la tercera, por Poliedro.

El único título todavía vivo en librerías españoles, pero no fácil de encontrar, es En la orilla, que el sello Poliedro publicó en 2003 y que estuvo incluido en la long list del Premio Booker y en la short list del galardón de Los Angeles Times. La novela relata la vida de un refugiado africano (una característica que comparte con el autor) en Londres.

Paraíso, considerada su obra maestra, sigue la historia de Yusuf, un niño nacido en la ciudad ficticia de Kawa en Tanzania a principios del siglo XX cuyo padre está en deuda con un rico comerciante. Deuda que se saldará con la entrega del muchacho como sirviente.

Mucho se especuló estos días atrás con los posibles ganadores, que como es ya tradicional, aparecen en las casas de apuestas a falta de una inexistente información formal —una lista de nominados oficiales que de hacerse pública podría despertar no pocas susceptibilidades en un gremio de egos fuertes pero frágiles como el de los escritores y por eso se mantiene en secreto durante 50 años—. Javier Marías aparecía en la lista en un lugar no muy destacado y no podía faltan la presencia del popular japonés Haruki Murakami .También el rumano Mircea Cartarescu parecía tener posibilidades como favorito, pero finalmente no ha sido así. En ninguna de esas quinielas figuraba el nombre del ganador.

La ceremonia de anuncio del galardón ha vuelto a ser, al igual que el año pasado, con aforo controlado y reducido debido a la pandemia del coronavirus. “Esta bastante claro que las festividades de los Nobel de este año en diciembre —cuando todos los laureados, incluido el Nobel de Literatura, sean honrados en Estocolmo y Oslo— serán una mezcla de eventos virtuales y presenciales”, explicó la fundación. Con un valor de 10 millones de coronas suecas, casi 900.000 euros, el premio va destinado a aquella persona , según el testamento de Alfred Nobel, que haya en el campo de la literatura la obra más destacada en la dirección ideal”.