La Unión Europea ha decidido poner un pie en el Ártico por intereses geopolíticos y de sostenibilidad y para ello abrirá una oficina en Groenlandia, según un informe de la Comisión Europea presentado, que aborda cómo responder a los retos y oportunidades en esa región.

Entre otros objetivos, la UE pretende estar más presente en una zona donde hay una creciente competencia, e impulsar la protección del medioambiente y la biodiversidad.

El comisario europeo de Pesca y Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, indicó en rueda de prensa que "el Ártico se calienta hasta tres veces más rápido que el resto del planeta" y subrayó que Bruselas desea tomar medidas para revertir la situación.

"El Ártico está cambiando rápidamente debido al impacto del calentamiento global, el aumento de la competencia por los recursos naturales y las rivalidades geopolíticas", explicó por su parte en un comunicado el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

"Europa debe definir sus intereses geopolíticos de manera amplia para promover la estabilidad, seguridad y cooperación pacífica en el Ártico", añadió Borrell. La Comisión Europea considera que el Ártico "tiene una importancia estratégica clave" en relación con el cambio climático, las materias primas y la influencia geoestratégica. El informe reconoce que la UE tiene "un impacto significativo" en el Ártico, entre otras cosas por la demanda de recursos y productos y a la vez está preparada para "asumir su responsabilidad".

El planteamiento de Bruselas "responde a estos retos y oportunidades geopolíticos, medioambientales, económicos, sociales y de seguridad" y busca "fomentar la cooperación" con otros países en ese ámbito. Entre otras cosas, la UE quiere abrir una oficina de la Comisión Europea en Groenlandia, para que los temas relacionados con el Ártico aumenten de importancia en las relaciones exteriores europeas.

Además, se destinarán fondos de la Unión a "impulsar la transición verde en el Ártico", en beneficio de las poblaciones locales. Para proteger el frágil medio ambiente y la biodiversidad del Ártico, la UE pretende además apoyar la protección marina e implementar un acuerdo para prevenir la pesca no reglamentada en alta mar.

Otros objetivos son tratar de que el petróleo, el gas y el carbón permanezcan bajo tierra y promover soluciones sostenibles y responsables para la extracción de materiales críticos necesarios para la transición verde. Por último, se apoyará un "desarrollo integral, inclusivo y sostenible" de las regiones árticas en beneficio de sus habitantes actuales y de las generaciones futuras, teniendo en cuenta en particular a los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes.