Un estudio del Hospital General de Massachusetts y de la Universidad de Boston presenta nuevos conocimientos sobre cómo afectan los distintos tipos de actividad física a la aptitud cardiorrespiratoria. El hallazgo más sorprendente fue que las personas con pasos diarios superiores a la media o con actividad física de moderada a vigorosa tenían niveles de aptitud física superiores a la media, independientemente del tiempo de sedentarismo. “Esto indicaría que gran parte del efecto negativo que el sedentarismo tiene sobre la forma física puede compensarse con niveles más altos de actividad y ejercicio”, afirman los investigadores.