La tregua que durante el pasado lunes dio el volcán de La Palma fue un visto y no visto. La ralentización de las coladas apenas duró un día: en la madrugada de ayer se volvieron a reactivar los dos ramales situados al norte, denominados por la Unidad Militar de Emergencias (UME) como 7 —que se encuentra a escasos metros del mar— y 8 —el cercano al casco urbano de La Laguna—, arrasando de nuevo más viviendas y plantaciones agrícolas. Esta última colada preocupa de manera especial, dada su cercanía al citado barrio de Los Llanos de Aridane y, sobre todo, por un nuevo reboso que avanza entre Camino Cumplido y Camino Cruz Chica, en dirección al Colegio de Educación Infantil y Primaria La Laguna. Las previsiones apuntan a que, de seguir su cauce natural, se encargaría de alimentar a la primera en su camino hacia el océano.

El brazo norte tuvo un importante avance en la primera mitad del día de ayer. Poco después del mediodía, esta colada ya había conseguido caminar más de 300 metros hasta situarse en la carretera que une Todoque y La Laguna.

A esa hora, los científicos monitorizaron con especial atención esta lengua de lava para conocer si seguía su cauce natural marcado por la orografía, que le llevaría a conectar con el ramal que se sitúa a unos 100 metros del acantilado, o si, por lo contrario, salvaba una vaguada para introducirse en el casco urbano de La Laguna, que se situaba a tan sólo 140 metros.

El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, señaló sobre este escenario que hay “un par de vaguadas” que, según las previsiones, “pueden servir para canalizar esa colada hacia el suroeste”.

Esto conllevaría a la señalada unión con la colada 7 en su dirección hasta el océano, donde se formaría una nueva fajana y obligaría a confinar el casco urbano de Tazacorte, así como otros cuatro barrios.

Ante esta hipótesis, los alumnos de los colegios Juan XXIII y El Puerto mantienen sus clases online por la posibilidad de la formación de gases perjudiciales para la salud.

Morcuende declaró en la rueda de prensa diaria que se celebra en la sede del Cabildo de La Palma que esta unión de las dos coladas en una sería lo “ideal”, ya que disminuiría de manera considerable la destrucción de nuevas viviendas y plantaciones agrícolas. La otra hipótesis, que se introduzca en el casco urbano de La Laguna, sería “el peor escenario”.

En que se cumpla o no este supuesto tendrán mucho que ver los diferentes rebosos que se están produciendo por encima de la colada 8, como la que en la tarde de ayer avanzaba por el Camino Cruz Chica y que, según Morcuente, “están cogiendo más fuerza”. “Dependiendo de ese rumbo vamos a tener mayores o menores destrozos”, puntualizó el director técnico de Pevolca, que, en cualquier caso, recalcó que no hay previstas nuevas evacuaciones.

Sobre la otra colada que avanza al norte de la montaña de La Laguna, el Pevolca señaló que prácticamente había caminado unos 40 metros durante las últimas 24 horas para situarse a 120 metros del cantil.

Sería entonces cuando se ordenaría el confinamiento de las citadas poblaciones del municipio de Tazacorte ante la creación de columnas de ácido clorhídrico y la generación de explosiones al entrar en contacto con el agua salada. Debido al lento avance de la misma, anoche, al cierre de esta edición, no se esperaba que durante las últimas horas se produjera el contacto entre la lava y el agua.

Tanto Marcuende como María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, reseñaron que los datos obtenidos del volcán están lejos de indicar que el proceso eruptivo se encuentre en su fase final.