Un movimiento sísmico de 4,9 de magnitud a 38 kilómetros de profundidad se registró ayer bajo el municipio palmero de Mazo a las 15.34 horas. Este es el de mayor magnitud que se detecta en La Palma desde el pasado 11 de septiembre. En opinión de Itahiza Domínguez, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional, en principio, este episodio no debe considerarse preocupante, aunque se le hará seguimiento, y está relacionado con la actual erupción. Según dicho experto, el citado sismo no quiere decir que vaya a producirse otra erupción. Este fue uno de los casi 90 sismos contabilizados bajo Fuencaliente y Mazo en la jornada de este sábado.

También se produjo un derrumbe del cono secundario situado al norte del foco principal de emisión en la erupción de La Palma. Pero los cambios no provocaron riesgos para los residentes en nuevos núcleos de población, por lo que no fueron necesarias evacuaciones por dicho motivo. Domínguez explicó que dicho cono secundario creció en los dos días anteriores de forma muy rápida. Pero se trataba de un material muy fragmentado y poco consolidado. Y, tras varias fracturas parciales por la noche, en la mañana se desmoronó parte del citado cono secundario, con lo que taponó parcialmente la salida de material. La emisión de lava desde el mencionado punto derivó hacia el oeste. Y horas más tarde se produjo un segundo derrumbe.

Según el sismólogo, quedaron dos puntos de emisión principales. Por el de la parte superior salían cenizas y piroclastos mayores, mientras que por el ubicado a nivel intermedio, piroclastos. Y, todavía más abajo, por una tercera boca aparecía una colada de lava.

Domínguez admitió que tal fenómeno no supuso que hubiera nuevas evacuaciones de vecinos de otros barrios. Para este especialista, ahora el principal riesgo es que las próximas coladas no sigan el mismo recorrido que hasta ahora, en dirección al mar. Aclaró que aún no se sabe con certeza cuál va a ser su ruta.

El flujo mayoritario de la lava discurre por el flanco norte de las anteriores, hacia el oeste y el noroeste, dentro de la zona de exclusión actual. Los especialistas no descartan que aparezcan nuevos centros de emisión en el entorno principal, así como otros puntos de emisión de gas dentro del área de exclusión.

La altura de la columna de cenizas y gases alcanzó ayer los 3.000 metros. Existió predominio del viento del nordeste a componente este. La mencionada nube de cenizas y dióxido de azufre se desplazaba hacia el Suroeste del foco eruptivo. Y los analistas prevén que se desplace hacia el oeste o noroeste con el paso de las horas. La mencionada posición del penacho supuso un escenario favorable para la actividad aeronáutica. Ayer hubo precipitaciones en el Norte y el Este de La Palma. Además de en las citadas comarcas, también está previstas lluvias débiles o localmente moderadas en el interior y el Oeste de la isla en lo que resta de fin de semana y el lunes.

El efecto de la inversión térmica, entre tres y cuatro grados, que se sitúa entre los 1.500 y los 2.000 metros de altura, así como el régimen de vientos que afecta a El Paso, Los Llanos y Tazacorte, está produciendo una zona de convergencia que favorece la acumulación de dióxido de azufre en el Valle de Aridane. En la mañana de ayer, el personal de seguridad aconsejó evacuar a los vecinos que retiraban bienes de sus casas y fincas ante la excesiva acumulación de gases. No obstante, apenas una hora después, pudieron reanudar esas tareas.

Ya anteayer la emisión de dióxido de azufre asociado al penacho volcánico (gases visibles) registraba valores altos y acordes al proceso eruptivo. Una estimación a la baja determina que fueron lanzadas 31.600 toneladas del citado gas. El Cabildo palmero informó ayer de que tampoco puede asegurarse que el dióxido de carbono tenga una tendencia a la baja, pues mantiene valores relativamente altos. No obstante, la corporación insular aclara que, en general, la calidad del aire es buena. Pero recomienda la utilización de mascarillas FPP2 a aquellos ciudadanos que sufran algún problema de salud. En cambio, sí se aprecia un descenso en la deflación (diferencia de altura en el terreno), sobre todo en el área próxima a los conos.

Según los últimos datos divulgados por parte del programa Copernicus de la Unión Europea, hasta el pasado viernes, la lava ha ocupado ya 886,6 hectáreas de suelo en la comarca, mientras que ha destruido un total de 2.122 construcciones de diferentes características, sobre todo viviendas, pero también centros y espacios públicos, naves industriales, iglesias, plazas o deportivos. Sin embargo, en base a los datos del Catastro divulgados por el Cabildo ayer, las edificaciones dañadas ascienden a 1.280, de las que 1.030 son casas. La administración insular informó de que, entre el viernes y el sábado, la lava afectó a 3,24 hectáreas más de suelo, por lo que ya suman 848,96 las hectáreas arrasadas por el material eruptivo. El ancho total de las diferentes coladas es de 2.900 metros.

70 millones en ayudas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que en el Consejo de Gobierno del próximo martes se aprobará una modificación presupuestaria que supondrá una aportación de casi 70 millones de euros para acelerar las ayudas a los trabajadores afectados por la erupción del volcán de La Palma. De esa cifra, 63.000.000 se dedicarán al Plan de Empleo, mientras que 6.800.000 irán al sector primario.