Cerca del 40% de los niños y niñas españoles en riesgo de pobreza proceden de familias con empleo, según advierte Save the Children, que destaca que España es el tercer país de Europa con mayor tasa de riesgo de pobreza y exclusión social infantil, solo por detrás de Rumanía y de Bulgaria.

En su informe Garantizar el futuro de los niños y niñas: cómo acabar con la pobreza infantil y la exclusión social en Europa, publicado ayer, la organización alerta de que actualmente casi 20 millones de niños en toda Europa crecen en esta situación, una cifra que se había reducido en los últimos años pero que ha crecido de nuevo con la pandemia de COVID. Antes de la emergencia sanitaria, eran unos 18 millones.

En España, uno de cada tres niños vive por debajo del umbral de pobreza, sufren carencia material severa o viven en hogares con baja intensidad de empleo, señala el informe, que analiza catorce países europeos (nueve de la UE y cinco de fuera) y advierte de que ninguno está libre de la pobreza infantil. Constata que los menores que crecen en familias monomarentales o numerosas, de origen migrante, con discapacidad, pertenecientes a una minoría étnica y de zonas rurales o desfavorecidas se encuentran entre los más afectados por la pobreza.

Save the Children alerta, también, de que millones de niños en toda Europa no tienen un acceso limitado a la educación de 0 a 3 años y a los cuidados tempranos, así como a una comida saludable cada día.

En España, las ayudas de comedor solo alcanzan al 11 % de niños en la educación obligatoria, lejos del 27,4 % de los que están en situación de pobreza, además de que la cobertura de estas ayudas es muy desigual en el territorio, por lo que la entidad reclama al Gobierno extender las becas comedor y garantizar el acceso gratuito a una comida saludable al día en la escuela.

La ONG propone, en este sentido, la introducción de una enmienda en el proyecto de ley de Presupuestos que amplíe la dotación de las ayudas de comedor en 100 millones de euros y promueva el acceso a comedor escolar gratuito hasta llegar en cuatro años a todos los niños que están bajo el umbral de la pobreza y establecer ese umbral como el mínimo estatal para acceder a estas ayudas.

El informe pone de manifiesto que la falta de acceso a la educación, la asistencia sanitaria o una vivienda adecuada puede tener consecuencias sanitarias, sociales y de desarrollo adversas a lo largo de la vida de los niños y niñas. En España, según advierte Save the Children, apenas existe vivienda social, siendo el porcentaje sobre el parque total “uno de los más bajos a nivel europeo”. Además, añade que “la privación de vivienda, vivir en condiciones inadecuadas y de hacinamiento, el riesgo de desahucio es la realidad cotidiana de la mayoría de los niños y niñas que se enfrentan a la pobreza en Europa”.

Save the Children considera que el desarrollo del Plan de Acción de Garantía Infantil en España es una oportunidad importante para abordar la pobreza infantil. Al mismo tiempo, pide al Gobierno que adopte un enfoque integral para tratar las desigualdades sociales, invirtiendo también en el rediseño del sistema fiscal español para que funcione a favor de las familias con niños y niñas en situación de pobreza.

Igualmente, pide que se aumenten las ayudas económicas directas a los niños, niñas y a las familias ya que, según indica, en la actualidad las ayudas a la crianza se encuentran entre las más bajas de la UE, y reclama seguir reforzando el Ingreso Mínimo Vital para que, junto a las rentas mínimas autonómicas, alcance a las familias en situación de pobreza y no solo en situación de pobreza severa. También insta a aprovechar los nuevos instrumentos de lucha contra la pobreza infantil a escala europea, como la Garantía Infantil, el FSE+ y los Fondos Next Generation EU, “para seguir dando pasos importantes para alcanzar un cambio sostenible para los niños y niñas”.