Helena Fernández | Presidenta de la Asociación Red Nacional de Infértiles

“Estos tratamientos no son sencillos, es un proceso duro a nivel físico y emocional”

“La infertilidad tambalea los pilares de tu vida y la sociedad no sabe apoyar a estos pacientes” u “Hay quien no puede seguir por cuestiones económicas o porque psicológicamente dice ‘basta”

Helena Fernández.   | // L.O.

Helena Fernández. | // L.O. / A. Ramil

A Coruña

Sabe bien lo “duro” que es a nivel físico, pero “sobre todo emocional” el someterse a un tratamiento de reproducción asistida y también que desde fuera se ve erróneamente como “algo sencillo” cuando no lo es. La presidenta de la Asociación Red Nacional de Infértiles, Helena Fernández, resalta que hay que concienciar a la población de que la infertilidad es “una enfermedad” cuya solución no es fácil. “Hay la falsa creencia de que si hay algún problema vas a un clínica y ya saldrás con el carrito del bebé y no es así, es un proceso duro y no todo el mundo consigue el embarazo”, resalta.

“A nivel físico son tratamientos que afectan de forma muy importante a la mujer a nivel hormonal. Si en cada ciclo el cuerpo suele madurar un folículo, en terapia son ocho, diez o doce; hay muchas pruebas que hacer que la gente desconoce; controles periódicos y unos horarios muy rígidos para inyecciones u otras cuestiones”, explica Fernández, quien recuerda además que “lo normal es someterse a más de un tratamiento con lo que eso implica volver a atravesar por la estimulación ovárica, la implantación del embrión, etc.”.

Desde la Red denuncian que una de los falsos mitos que se mantienen sobre la reproducción asistida es su tasa de éxito. “Aunque por suerte en España tenemos de las mejores medicinas reproductivas del mundo, no todas las parejas consiguen el embarazo, no se llega al 100%”, indica Fernández, bien porque la técnica no permite solucionar los problemas de salud de la pareja o bien por una cuestión económica o de salud mental. “Los últimos datos oficiales indican que solo el 30% de parejas se tratan en la sanidad pública, el resto en clínicas privadas y hay quien se somete a tres o más tratamientos, que hipotecan su vida, que se olvidan de todo y se centran en eso”, explica, pero puede llegar un momento en que a nivel económico no se pueda seguir adelante. Y en otras ocasiones, no es posible continuar por motivos psicológicos. “Emocionalmente la infertilidad tambalea los pilares de tu vida y llega un momento, después de varios tratamientos que ya no quieres volver a sufrir lo mismo, se necesita decir ‘basta’, aceptar la situación y organizar la vida sin tener un hijo”, sostiene la presidenta de esta entidad estatal de apoyo a pacientes en esta situación.

Precisamente desde la asociación denuncian que no haya una red de apoyo psicológico a las parejas que quieren tener un hijo mediante estas técnicas “desde el momento en el que se entra por la puerta y hasta después del embarazo si se consigue”. “Emocionalmente es mucho más duro que a nivel físico. El grueso de pacientes tiene miedo a qué va a pasar, sienten frustración, rabia, sentimiento de injusticia por lo que les ocurre que se mezcla con pena, tristeza y esto día tras día”, resalta Fernández, que tiene claro que estas pacientes precisan “un sostén emocional” que muchas veces puede venir de compartir experiencias con otras mujeres que han pasado por lo mismo que ellas y en otras requiere de la ayuda de psicólogos especializados. “Cada vez hay más pero ocurre que nos encontramos con el otro tabú, el temor a que si voy al psicólogo piensen que estoy loco”, lamenta la presidenta de la Red.

Sobre el tabú que todavía supone para muchas personas el hablar con naturalidad de sus problemas para tener hijos, Fernández asegura que es “la pescadilla que se muerde la cola”. “La sociedad como no conoce realmente esta enfermedad no es capaz de dar el apoyo que precisan estas parejas y ellas al ver que no reciben ese sostén, muchas veces optan por callarse y no comentar lo que les ocurre”, asegura.

Fernández es muy crítica además con preguntas o frases muy repetidas, en ocasiones con buena intención, pero que no hacen más que agudizar el daño que sufren las parejas con problemas de fertilidad. “¿A quién no le han dicho a determinada edad ‘cuidado que se te pasa el arroz’? Y realmente esa persona no sabe por lo que está pasando esa pareja, igual llevan cuatro años intentándolo.”, explica Fernández, quien también critica el modo en el que el entorno recibe la noticia de los abortos que se producen muchas veces en estos tratamientos. “Frases como ‘no te preocupes’, ‘mejora ahora al principio que después’ o ‘eres todavía joven’ no ayudan a la paciente porque es quitarle importancia a lo que era mi sueño, mi ilusión. Como sociedad en general no sabemos apoyar en el dolor, lidiar con la tristeza y esto hace que a veces la pareja opte por callar y no comunicar lo que está pasando, lo que a su vez lleva a que no se conozca lo que se vive. Por todo ello hay que realizar un trabajo de divulgación para informar y visibilizar lo que supone la infertilidad”, concluye.

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