Austria confina en sus casas a los dos millones de ciudadanos sin vacunar contra el COVID

La Comisión Europea (CE) advirtió ayer que es “frágil” la situación epidemiológica de la pandemia de coronavirus en la Unión Europea ante el aumento de casos en la mayoría de países del bloque. El portavoz de la CE, Stefan de Keersmaecker, recordó el aviso que el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades lanzó en el mes de septiembre: levantar las restricciones con tasas de vacunación por debajo de 75% llevaría “a un aumento significativo de casos entre septiembre y noviembre”. Y así ha sido, y en consecuencia han vuelto las restricciones en algunos países del continente.

Ayer mismo en Austria comenzó el confinamiento para los cerca de dos millones de ciudadanos mayores de 12 años que no están inmunizados contra el COVID, una medida inédita anunciada el domingo por el Gobierno austríaco a pesar del escepticismo de los científicos.

Tras encadenar este país de 8,9 millones de habitantes varios récords absolutos en las cifras de contagios de coronavirus, el Gobierno espera que el plan surta el efecto deseado de impulsar la vacunación entre el 35% de la población que aún no está inmunizada.

“La situación es seria. La cuarta ola (de la pandemia) nos afecta plenamente. Eso se debe a la variante delta (del virus) pero también a la baja cuota de vacunación”, explicó el canciller federal, el conservador Alexander Schallenberg. Las restricciones al movimiento rigen al menos hasta el próximo 24 de noviembre para las personas mayores de doce años que no tienen un certificado de vacunación válido o no se han recuperado de una infección del SARS-CoV-2 en los últimos 180 días.

Solo podrán salir de sus viviendas para determinados fines como satisfacer necesidades básicas, ir al médico o a los centros de vacunación, o pasear y hacer ejercicio al aire libre. Pueden ir al trabajo, siempre y cuando presenten allí cada día un test PCR negativo que no debe tener más de 48 horas.

Quienes incumplan la medida se enfrentan a multas de hasta 500 euros, que ascenderían a 3.600 euros en el caso de que se detecte a alguna empresa incumplidora. Las autoridades han advertido de que impondrán controles para comprobar que efectivamente solo salen de casa las personas que realmente están autorizadas.

También entraron en vigor ayer nuevas restricciones en Berlín y Brandeburgo, donde quienes carecen de la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus ya no podrán acceder a lugares de ocio como restaurantes o cines. Así, un test negativo ya no será suficiente para tener acceso a espacios interiores como museos, bares o gimnasios, sino que será necesario presentar un certificado de vacunación o que acredite haber pasado ya la infección de COVID. Esta medida ya fue aplicada la semana pasada en el estado federado de Sajonia y en otras regiones del país, ante el veloz aumento de los contagios en todo el país.

Por lo que respecta a los puestos de trabajo, aquellas personas en contacto con el público que no estén vacunadas o sanadas deberán presentar un test negativo realizado en las últimas 24 horas.

Por otra parte, todos los alumnos franceses de Primaria tienen que llevar de nuevo desde ayer mascarilla en clase, una medida que marca la reintroducción de restricciones ante la llegada de la quinta ola de coronavirus.

Unos 10.000 estudiantes chinos, en cuarentena preventiva

Las autoridades de China han ordenado el confinamiento de más de 10.000 estudiantes en la ciudad de Dalian. El primer caso de COVID tuvo su origen en una empresa de importación de comida y también se han confirmado otros positivos vinculados a la industria del congelado. Uno de los principales focos del brote son los estudiantes, pues son sesenta de los más de 200 contagios confirmados. De ahí, el confinamiento de más de 10.000 estudiantes. En las últimas semanas, China hace frente al mayor repunte desde la primera ola.