Llenar la cesta de la compra podría convertirse en un bien de lujo en las próximas semanas

La situación económica de nuestro país no está pasando por su mejor momento. La subida de la energía, las materias primas y todos los problemas que están girando entorno al transporte auguran una importante inflación. La inflación viene generada por el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios que se comercian en los mercados. Toda está situación está despertando las alarmas en los mercados y plazas gallegas, donde ven como cuestión de semanas podríamos empezar a observar un incremento generalizado de precios de los productos de primera necesidad.

Hasta ahora, los puestos de los mercados habían tratado de contener los precios de productos de gran consumo como la carne de ternera o el pescado, pero la cuerda está tan tensa que es cuestión de muy poco tiempo, que termine de romperse. Las últimas protestas que están sacando a la calle a los productores de leche y carne gallegos, ahogados por la subida de costes de producción, son la prueba de que los precios van a tener que subir. En el caso de la leche, hay cadenas que han elevado el precio de los cartones de un litro de marca de distribución entre uno y dos céntimos. Algo parecido tendrá que pasar con la carne de ternera porque los ganaderos no pueden más.

Trucos para ahorrar en la cesta de la compra

La subida de pescados y mariscos se debe a la escasez que se está dando este año, algo que durante esta campaña está ocurriendo también con un producto propio del otoño como son las castañas.  

Aunque se está tratando de contener los precios de cara a estas fechas navideñas, todos estos factores están dificultando mucho el freno de esta subida. Los ganaderos y los agricultores pierden dinero, los distribuidores evalúan las subidas y las tiendas de barrio penden de un hilo. Estas últimas son las que más lo están sufriendo y probablemente las que más tengan que subir sus precios. No tiene capacidad para hacer compras grandes como ocurre con las cadenas de alimentación. Esto hace que sus pedidos se incrementen notablemente y en consecuencia que también lo tengan que hacer los productos que venden.