Unas 800 mujeres fallecen cada día en todo el mundo por complicaciones en el embarazo o durante el parto; 15 millones de niñas son obligadas a casarse cada año antes de cumplir la mayoría de edad y el mundo cuenta con unos 80 millones de desplazados o refugiados. Y todo ello en un contexto marcado por nuevos retos como la pandemia, la crisis climática o los movimientos migratorios. “Por eso hay que seguir trabajando”, resalta María Paz, portavoz de la Coordinadora Galega de ONG para o Desenvolvemento, entidad que reúne a 45 ONG gallegas y que cumple sus 30 años de vida. Para conmemorarlo, desde ayer y hasta el 14 de diciembre podrá verse en la plaza de Pontevedra de A Coruña la exposición De oficio, defensoras, con la que rinden homenaje a 15 mujeres que trabajan para entidades gallegas sobre el terreno y que “cada día se juegan la piel al ejercer en territorios hostiles y muy duros”, añade Paz.

La Coordinadora echaba a andar en junio de 1991 en un contexto en el que “no existían las políticas públicas de cooperación en Galicia” y donde la población “no tenía tanto acceso a la información como ocurre ahora”, explica Paz. Fueron dos entidades ya desaparecidas —la Comisión Galega pro-Amazonia y Estudantes Solidarios— las que sentaron las bases de una entidad que ahora aglutina a ONG como Ecos do Sur, Médicos do Mundo, Manos Unidas, Ecodesarrollo Gaia o Educo. Y lo hicieron con dos objetivos muy claros: “Impulsar el compromiso de Galicia con la cooperación internacional promoviendo, por una parte, que las administraciones (local, autonómica y diputación) pusiesen en marcha políticas públicas en este sentido y por otra, conseguir concienciar y sensibilizar más a la sociedad”, señala María Paz, para quienes los objetivos “son los mismos” aunque el punto de partida y el contexto actual poco tiene que ver con el de hace tres décadas.

“A nivel de administraciones, cuando surge la Coordinadora es que no había políticas públicas de cooperación y ahora, aunque no con la dotación que nos gustaría, sí las hay, con lo que eso tenemos que celebrarlo. Hay unas ayudas y subvenciones que se convocan cada año y que en 2020 permitieron que las 45 ONG de la Coordinadora pudiésemos trabajar en 21 países y atender a más de 400.000 personas”, sostiene María Paz, quien huye de ser “autocomplacientes” ya que recuerda que tres décadas después todavía se está lejos de lograr que las administraciones dediquen el 0,7% del presupuesto a cooperación. “A principios de los años 90 se produjeron las acampadas en demanda del 0,7% y es un lema que nunca hemos abandonado porque nunca se consiguió. En el mejor momento se destinó un 0,1% y ahora mismo estamos en el 0,05%”, sostiene Paz, que recuerda que con la llegada de la crisis de 2008 y la posterior, el dinero que destina la administración pública “se recortó hasta un 65%”.

Y a nivel de concienciación social, Paz reconoce que es difícil asegurar tajantemente que ahora se está mejor que hace tres décadas porque hay “señales contradictorias”. “Por una parte es cierto que ahora hay más información, se puede acceder a más información que en los años 90, pero también estamos en un momento de cierta convulsión, donde proliferan los extremismos, los discursos de odio y esto es un nuevo reto”, explica la portavoz de la Coordinadora, que recuerda que en estas tres décadas de vida sí se vieron muchos avances a nivel social y alude al movimiento del 15-M. “Fue un momento de motivación, de impulso, de saber que tenemos que seguir con nuestro trabajo porque la sociedad lo demanda”, explica.

La historia de la Coordinadora va de la mano de la evolución de las políticas gallegas de cooperación al desarrollo. Mientras cada vez más ONG autonómicas se iban integrando en esta red en defensa de los derechos humanos, la educación y el cambio social, la Xunta publicó las primeras convocatorias de subvenciones (1996) y se crea el Fondo Galego de Cooperación (1997). Ya en 2001, la Coordinadora firmará el primer convenio con la Xunta, dos años después se aprobaba la Lei Galega de Cooperación, en 2005 el Gobierno autonómico ponía en marcha la Dirección Xeral de Cooperación y se aprobó el primer plan director sobre este ámbito para en 2010 lograr que se firmarse el Pacto Galego contra a Pobreza en el Parlamento.

A la hora de seleccionar los momentos claves de estos 30 años, María Paz lo tiene claro. “Uno de los grandes hitos fue la firma del primer convenio con la Xunta hace ya 20 años y otro momento importante el Pacto Galego contra a Pobreza”, señala. Y en el lado negativo, el fuerte frenazo al trabajo diario que supusieron los recortes. Aun así, pese a que todavía se destina menos dinero público del que quisiera, “hay que ser optimistas, parece que los presupuestos se empiezan a recuperar”, sostiene Paz.

Homenaje en imágenes

Para conmemorar el 30 aniversario, la Coordinadora Galega de ONG inauguró ayer la exposición De oficio, defensoras, una muestra que reúne imágenes y la historia de 15 trabajadoras de entidades gallegas que ejercen en Guatemala, Palestina, India o Colombia “y que se ponen en riesgo por realizar esta tarea ya que trabajan en contextos hostiles, duros, donde hay riesgo de agresiones”, explica Paz, quien asegura que de este modo quieren rendir un homenaje y “defender a los que defienden los derechos globales”. “Se busca resaltar el papel y la labor de unas trabajadoras de la cooperación gallega que suelen estar invisibilizadas para la mayoría”, indica. La muestra podrá visitarse hasta el 14 de diciembre.