La subida de la incidencia de los casos COVID en Galicia ha empujado a hosteleros y Xunta de Galicia a tomar medidas en breve para intentar que los contagios no crezcan en el ámbito hostelero. Si la marcha de la pandemia no obliga a medidas más drásticas por empeorar demasiado en los próximos días, la previsión es que, a partir del Puente de la Constitución, cada vez que vayamos a un restaurante tengamos que presentar el pasaporte COVID que acredite nuestra vacunación contra el SARS-CoV-2. En su defecto también valdría un resultado negativo en un test de antígenos.

Uno de los portavoces del colectivo de hosteleros gallegos, César Ballesteros, confirmaba esta medida al término de una reunión en Santiago de Compostela con el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda; el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña; la directora xeral de Saúde Pública, Carme Durán, y el director xeral de Emerxencias, Santiago Villanueva, y otros representantes de la hostelería.

En cuanto a los bares y cafeterías, Ballesteros explicó que los hosteleros “pelearon” y lograron convencer a la Xunta de que el certificado COVID o el test de antígenos se solicite a partir de las nueve de la noche (al igual que en pubs) y no durante el día y la tarde.

“Se entiende que durante el día, los usuarios toman algo rápido en las cafeterías” con lo que el tiempo de estar sin mascarilla para consumir sería corto, señala, de ahí que en principio no vaya a hacer falta el certificado.

No obstante, Ballesteros aclaró que las medidas finales están supeditadas a lo que se publique en el Diario Oficial de Galicia (DOG) con la nueva normativa, sin que la Administración gallega haya concretado por el momento cuándo saldrá a la luz, aunque los hosteleros no descartan que pueda ser la próxima semana.

La reunión también sirvió para llegar a otros acuerdos como que se reduce el número de comensales por mesa tanto en interior (pasan de diez a ocho) como el exterior (de 20 se quedarán en 15).

Una petición de los hosteleros también consistió en que de cara a las cenas de fin de año, con dj y otros servicios de fiesta, el horario de las mismas se pueda ampliar.

En general, ahora mismo, pueden abrir hasta la 1.30 horas de la noche pero para la última cena del año lo que piden es que puedan prolongarse en el horario anterior a la pandemia. “Parece —señaló Ballesteros— que la Xunta nos lo va a permitir aunque no nos confirmaron hasta qué hora”. Ballesteros también se refirió a un tema de preocupación social: el número creciente de personas que en los locales de ocio nocturno no utiliza la mascarilla. Al respecto, reconoció las dificultades del sector a la hora de controlar esto último. “En un local con diez trabajadores estos no pueden controlar a cien o más personas. Para el sector —apuntó— es imposible gestionar eso si no hay colaboración del cliente”, por lo que invitó a los usuarios a respetar la norma por el bien común.