Alrededor de 700.000 personas podrían morir de aquí a primavera por COVID-19 en Europa si se mantiene la actual tendencia de contagio, alertó ayer la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los pronósticos de la OMS apuntan a que 25 países de la región europea —que incluye a 53 de este continente y Asia Central— se arriesgan a sufrir falta de camas en hospitales y que 49 alcanzarían una situación de estrés alto o extremo en las UCI de ahora a marzo.

“Para vivir con este virus y seguir con nuestra vida diaria necesitamos un enfoque que exceda a la vacuna. Eso significa recibir las dosis estándar y una de refuerzo si es ofrecida, pero también incorporar medidas preventivas en nuestras rutinas”, señaló el director de OMS-Europa, Hans Kluge.

Una “tragedia innecesaria”

Entre ellas, Hans Kluge menciona el uso de mascarillas en espacios interiores, la higiene de manos, ventilación de espacios, mantener la distancia o toser en el codo, lo que ayudaría a “evitar una tragedia innecesaria y pérdida de vidas”, además de limitar los trastornos en la sociedad.

Ante el rápido aumento del número de infecciones de coronavirus SARS-CoV-2 en Alemania —durante las últimas 24 horas se sumaron un total de 45.326 nuevos casos de coronavirus, casi un 50% más que el día anterior—, muchos hospitales han alcanzado ya su límite de capacidad por falta de camas de cuidados intensivos y, sobre todo, del personal de enfermería necesario.

Según el registro de cuidados intensivos, 3.845 pacientes de COVID-19 están recibiendo cuidados intensivos. De ellos, 1.968 requieren ventilación invasiva. Los médicos germanos alertan de que la situación de triaje “es inminente”.