La decisión de la Xunta de mantener los exámenes finales a comienzos de junio y dedicar el resto de días lectivos hasta el 21 de ese mes a clases de repaso molesta a padres y profesores, que consideran un error esa decisión porque supondrá un desperdicio de tiempo.

“Tenemos una administración que prefiere la comodidad burocrática por delante el interés educativo de nuestras hijas e hijos”, censuró ayer la Confederación de Asociacións de Nais e Pais Galegas a través de un comunicado. Esta agrupación afea a la Consellería de Educación apelar a la cultura del esfuerzo mientras decide que “el alumnado pase el mes de junio perdiendo el tiempo cuando podía estar incrementando sus opciones de aprendizaje y que las familias tengamos que explicarles a nuestros hijos e hijas por qué están en las aulas cuando ya están todas las decisiones tomadas”, en alusión a las calificaciones.

“Si el alumnado ya está evaluado, si ya está suspenso quien tenga que suspender, si ya no hay más opciones, qué utilidad va a tener ese apoyo y refuerzo”, se preguntan las ANPA.

Por su parte, el sindicato docente ANPE también atacó la decisión de Educación de modificar “con urgencia” el calendario escolar. “No es de recibo que nuestros alumnos prescindan de dos o tres semanas que inicialmente se enfocaban a la preparación de las desaparecidas recuperaciones”, indica a través de un comunicado un día después de que se informase de la medida en la Conferencia Sectorial de Educación, celebrada en Madrid.

ANPE alerta de las “graves consecuencias” de las decisiones de la consellería sobre el alumnado con menos recursos, así como de la posibilidad de promocionar de curso con materias suspensas, cuestión competencia del Gobierno central. “No podrán compensar fuera del centro educativo los déficits de aprendizaje que irán acumulando al pasar de curso y titular con materias suspensas, cercenando las posibilidades que ofrece a este alumnado como compensador de desigualdades y ascensor social”.

El sindicato docente, sin embargo, sí aplaude la medida de situar la nota media mínima para pasar de curso al menos un 5. Ello permitirá unificar criterios para todos los centros educativos.