Ya hay que presentar el pasaporte COVID para comer en cualquier restaurante de Galicia. El Tribunal Superior de Xustiza (TSXG) avaló ayer la medida, tomada por la Xunta y que ya se aplica en el ocio nocturno, y que también implica el uso del certificado en los bares y cafeterías, pero en este segundo caso solo a partir de las 21.00. Para entrar en todos estos locales los mayores de 12 años deberán estar vacunados con la pauta completa, demostrar que han pasado la enfermedad o presentar una prueba PCR o de antígenos negativa.

Con la resolución, el Alto Tribunal gallego vuelve a dar cobertura judicial a una decisión del Gobierno gallego, en una semana en la que otros tribunales, con el vasco, tumbaron iniciativas similares. Solo una vez, en el pasado verano, también en relación al uso del certificado COVID, el TSXG rechazó una orden del Ejecutivo para combatir la pandemia. El presidente, Alberto Núñez Feijóo, agradeció ayer la “celeridad” del órgano judicial y ha destacado la importancia de esta “herramienta” para luchar contra la sexta ola del SAR-CoV-2.

Según informó el TSXG, la sala entiende que la medida preventiva de seguridad sanitaria, cuyo permiso para implementarla fue solicitado ayer por la Administración autonómica, cumple con el requisito de temporalidad exigido por el Tribunal Supremo, pues tendrá efecto desde las 00.00 horas del día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de Galicia —la Consellería de Sanidade lo ha publicado solo dos horas después de la decisión judicial— y hasta las 00.00 horas del 18 de diciembre. Además, destaca que no solo cumple la función de “evitar contagios, sino también minimizar los riesgos”, pues recuerda que es “una evidencia científica” que la transmisión entre los vacunados es “mucho menor a la de los no vacunados”.

El presidente de la Xunta, además de saludar la decisión del TSXG, explicó que con esta medida, sumada a la ventilación, el uso de mascarilla y la vacunación con la dosis de refuerzo de los mayores de 60 años, espera que sea suficiente para controlar el impacto de la sexta ola, sobre todo en la hospitalización. En todo caso, no descartó tomar medidas más duras si evolución epidemiológica empeora: “No nos temblaría la mano”, aseveró.

De todas formas, preguntado sobre la posibilidad de decretar una “semana de contención” al estilo portugués, enfatizó que a su Gobierno no le gusta “improvisar” y que el comité clínico seguirá analizando los distintos escenarios. “Probablemente la próxima semana hablaremos de ir sustituyendo actividades de pie por sentadas”, avanzó, aunque para matizar después que se trataría de “pequeñas cuestiones”.