Un estudio realizado por neumólogos de cuatro hospitales españoles sobre 1.548 pacientes revela que una exposición crónica a la polución urbana —a 10 microgramos por metro cúbico de partículas contaminantes PM10— eleva un 10,5% la probabilidad de muerte por COVID-19. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) dio a conocer ayer este estudio, coordinado por la neumóloga Ane Uranga.

Uranga explica que el estudio de los datos de 1.548 pacientes con COVID reclutados entre febrero y mayo de 2020 en los hospitales Cruces y Galdakao en Bizkaia; La Fe, de Valencia; y el Clínic, de Barcelona, concluyó con este aumento del riesgo de muerte si se convive con polución.

En la investigación utilizaron un modelo matemático para estimar el nivel diario de contaminante en cada código postal, en función de las coordenadas y la altitud de las estaciones de medición y determinaron la exposición crónica en 2019 y la exposición en los 7 días anteriores al ingreso hospitalario. Así, comprobaron que un incremento a largo plazo de la exposición a partículas contaminantes como las PM10 —partículas finas presentes en el aire contaminado que entran y se acumulan en los pulmones— y el dióxido de nitrógeno (NO2) empeora el pronóstico de los pacientes con COVID-19 y aumenta el riesgo de muerte.

“Este modelo de predicción —explica Uranga— permite identificar de forma satisfactoria la gravedad en la neumonía por COVID-19, pudiendo identificar mejor los casos más leves y más graves”.