A menos de un mes para que expirase su vigencia, la Xunta ha decidido prorrogar hasta seis meses más el bono para comprar alimentos, una tarjeta de hasta 300 euros mensuales para la cesta de la compra destinada a personas con escasos recursos. A pesar de la mejora económica, los beneficiarios de esta medida continúan aumentando y ya han alcanzado los 57.000 ciudadanos, 7.000 más que hace dos meses.

La Consellería de Política Social puso en marcha esta medida en julio del año pasado con una duración inicial de tres meses, pero fue ampliándola ante el incremento de manda. Ahora, el Consello de la Xunta amplía un máximo de seis meses más la medida, aunque si las solicitudes descienden podría ponerle fin antes.

Se trata de una tarjeta monedero que se solicita en las oficinas de Cruz Roja y que blinda el anonimato de quien la emplea para evitar estigmas sociales. En ella, la Consellería de Política Social ha invertido más de 31 millones de euros.

Este bono alimentos está destinado a las rentas más bajas y se puso en marcha para combatir los efectos de la pandemia. Pueden acceder a ella quienes ingresen entre 423 euros al mes, en caso de un hogar unipersonal, y 762 en el de una familia de siete miembros con niños pequeños. Con ella, logran una tarjeta de 150, 200 o 300 euros al mes si se trata de una, dos o más personas las que componen la familia. Ese dinero puede utilizarse para adquirir productos de primera necesidad, como alimentos, productos de higiene y material farmacéutico.

La última cifra oficial de tarjetas monedero financiadas por Política Social rozaba las 48.000, de las que 25.000 eran renovaciones.