La violencia machista muta, evoluciona para colonizar nuevos espacios y las tecnologías favorecen esta extensión. El Parlamento Europeo, preocupado por el auge de la violencia digital contra las mujeres, en particular las adolescentes, votará esta semana una resolución con el objetivo de que los estados miembro de la UE legislen para castigar estos delitos y proteger a sus víctimas.

Al considerar la violencia digital como una extensión de la violencia machista, con el único matiz de que emplea la tecnología como medio, el Parlamento Europeo insta a crear un marco común para prevenir y castigar delitos como el ciberacoso, la difusión sin consentimiento de imágenes íntimas o de grabaciones de agresiones sexuales, la suplantación de la identidad o el hostigamiento por redes sociales. También solicita que la misoginia sea considerada discurso de odio.

Los mismos criterios para toda la UE

Con tal fin, este lunes y este martes se debate en Estrasburgo una propuesta de resolución en la que se solicita a la Comisión Europea que incluya la violencia digital, o ciberviolencia, en la futura Directiva contra la Violencia de Género, unificando los criterios para erradicarla y para erradicarla y para atender y reparar a las víctimas. Además, el Parlamento volverá a pedir que la violencia machista sea considerada eurodelito, como ya hizo en septiembre. Se espera que la iniciativa salga adelante con una holgada mayoría y sin modificaciones relevantes.

La pandemia ha provocado un aumento significativo de estas conductas y hay que avanzar con rapidez para proteger a las mujeres, con especial respuesta para las más vulnerables: menores, pertenecientes a minorías étnicas o religiosas, integrantes del colectivo LGTBI... También las mujeres con exposición pública, como políticas o periodistas, son blanco de estos ataques.

El Parlamento Europeo denuncia en el texto elaborado por las Comisiones de Igualdad y de Derechos Civiles que el rápido desarrollo tecnológico fomenta la impunidad de los agresores y que la falta de una definición europea de lo que es ciberviolencia provoca una respuesta muy dispar de los países miembro no sólo para erradicarla, sino para detectarla.

Gran desprotección

"En muchísimos estados la ciberviolencia no se considera delito. Hay una tipología muy amplia, tiene formas muy heterogéneas y es mucho más difícil de identificar. Ni la Policía lo identifica: lo califica como un hecho aislado y los casos no tienen mucho recorrido judicial. Existe un nivel de desprotección bastante grande", explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario perteneciente al mismo grupo de comunicación que este medio, la vicepresidenta de la Comisión de Igualdad del Parlamento Europeo, María Eugenia Rodríguez Palop.

La resolución llama a los estados miembros a desarrollar leyes nacionales para castigar estos delitos y políticas específicas para prevenirlos, proteger, ayudar y reparar a las víctimas.

El Parlamento recomendará a la Comisión Europea que tipifique como delitos de violencia contra la mujer el hostigamiento, el ciberacoso, violaciones de privacidad como el acceso y publicación de imágenes íntimas sin consentimiento, el control y la vigilancia ilegal a través de dispositivos telemáticos, la suplantación de identidad, las amenazas, el discurso de odio sexista, el acceso ilícito al correo electrónico o a las redes sociales ajenas o la inducción al suicidio o a la anorexia.

También pedirá a la Comisión que se aborde la violencia digital que perpetra la industria sexual, como por ejemplo poner fin a la pornografía que se sustenta en el tráfico de personas para su explotación sexual o en la que se perpetran violaciones y otras agresiones y abusos sexuales.

"Esto sólo se puede hacer a través de una directiva. El ataque estamos recibiendo las mujeres es tan brutal y multiforme que los instrumentos legislativos que tenemos a mano se quedan muy estrechos y se desfasan en seguida. (...) Hace falta legislar para prevenir y proteger y para modificar los tipos penales" en el ámbito de la ciberviolencia, asegura Rodríguez Palop (Unidas Podemos).

La eurodiputada indica que el Parlamento es ambicioso con su propuesta, pero reconoce que habrá dificultades para que la Comisión la canalice una vez se apruebe.

"El Consejo va a ser una piedra en el zapato, como siempre. Los estados son los más reaccionarios y los más renuentes a reconocer las violencias que se ejercen contra las mujeres. (...) En el Parlamento somos como un martillo pilón y no podemos dejar de serlo porque las mujeres sufrimos retrocesos en nuestros derechos permanentemente: está sucediendo en Europa, en Polonia, en Hungría, en el eje de Visegrado", lamenta Palop.

Huella en la salud mental

El Parlamento hace hincapié en los graves efectos que la ciberviolencia tiene en la salud mental de las mujeres y cita como consecuencias el estrés, la ansiedad, los ataques de pánico, la ansiedad, la depresión, estrés postraumático, aislamiento social e ideación suicida, entre otros.

Las consecuencias también son sociales y económicas. Según el Servicio de Estudios del Parlamento Europeo, la violencia digital contra las mujeres tiene unos costes de entre 49.000 a 89.300 millones de euros para el conjunto de la UE. Esos costes tienen que ver con la pérdida de calidad de vida de las mujeres, las consecuencias que tiene en su situación laboral o con la atención médica que hay que prestarle a las víctimas.

Además, el PE alerta de que esta violencia digital, "cada vez más común", reduce la participación pública de las mujeres y daña la salud democrática de la UE. Y denuncia el auge de movimientos misóginos, antigénero y antifeminista que quieren atacar los derechos de las mujeres.

Otro de los puntos de la resolución es la necesidad de establecer un mecanismo de recogida homogénea de datos para conocer la prevalencia de estos delitos en todos los países que conforman la Unión.

El pleno del Parlamento Europeo debatirá lunes y martes esta propuesta. La resolución y las recomendaciones que la acompañan no son vinculantes, pero es la vía de la que dispone este órgano de la Unión Europea para alertar de esta realidad y llamar a la acción a la Comisión y los estados miembro.

España se comprometió hace dos semanas, mediante la renovación y actualización del Pacto de Estado contra la Violencia de Género acordado por todos los partidos salvo la extrema derecha, a adecuar la normativa estatal para dar una respuesta integral a la violencia de género en el ámbito digital.

Pide ayuda

El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010Todos los recursos contra la violencia de género.