“Puedo asegurar sin exagerar que la semana pasada fue la peor de mi vida con respecto a volumen de trabajo. Esta sexta ola no está siendo como las anteriores, en el sentido de que los casos de COVID que veíamos eran más contados o estaban más acotados. Ahora nos encontramos con consultas de enfermos crónicos pendientes de hacer, con otras infecciones respiratorias y con el COVID, que además trae consigo una burocracia brutal. Por un lado están los pacientes sintomáticos; por otro, los infectados asintomáticos... Cuando se detecta un positivo en un test de antígenos, hay que confirmarlo mediante una PCR, lo cual no tiene ni pies ni cabeza... La demanda y nuestras consultas están desbordadas”. Así de contundente es el diagnóstico que la doctora Ana Carvajal, médica en el centro de salud de la Casa del Mar, hace sobre la situación que se vive, estos días, en la Atención Primaria del área sanitaria de A Coruña y Cee. Con el virus desbocado y sin freno en la calle, los profesionales del primer nivel asistencial no dan a basto, y aunque en general la mayoría de los pacientes a los que atienden presentan síntomas leves de la infección causada por el SARS-CoV-2, alertan de que el imparable incremento de los contagios puede traer consigo un aumento de la gravedad de los cuadros clínicos por COVID.

“Alguien va a tener que tomar una decisión en breve y determinar a qué nos tenemos que dedicar los profesionales de la Atención Primaria, porque aunque afortunadamente una mayoría de casos de COVID son mucho más leves, al haber cada vez más contagios también estamos viendo ya algún cuadro clínico importante. Yo misma he atendido por teléfono a pacientes en seguimiento domiciliario cuyo estado se ha agravado y a los que ha habido que enviar al hospital. En mi cupo hay bastante población añosa, y también he visto ya positivos en personas mayores con las tres dosis de la vacuna”, advierte la doctora Carvajal, quien asegura que, tanto ella como sus compañeros, están “llegando a atender a 50 pacientes al día”, algo que vivieron “en algún momento del verano” porque faltaba personal, no obstante, asegura que esa situación se está dando ya “estando todos” . “Si la próxima semana son 60, personalmente, no los voy a poder atender. Ya no se trata de que esté desbordada o cansada. Es que es imposible. Por eso creo que tendremos que plantarnos todos los compañeros y plantearles a las autoridades qué quieren que hagamos. Necesitamos una directrices sobre a qué nos tenemos que dedicar, porque tal y como están las cosas, no se está dando la cobertura que precisa la población”, resalta.

“Fuera de los centros”, advierte esta facultativa del ambulatorio de la Casa del Mar, “hay unas colas descomunales”. “Dentro, pacientes con síntomas respiratorios... está descontrolado todo”, reitera la doctora Carvajal, quien insiste en que muchos ciudadanos acuden a los ambulatorios con manifestaciones clínicas compatibles con el COVID porque “no hay unas indicaciones claras”. “El actual protocolo de no aislar a los contactos de los positivos que estén vacunados tiene la contrapartida de que no hay bajas laborales, pero esas personas, obviamente, van a llamar igual a los centros de salud para demandar información. Habría que liberar de esa labor a los profesionales de Atención Primaria, pero no está siendo así. Luego nos encontramos con ciudadanos que se quejan porque no les cogemos el teléfono... pero es que con las agendas a rebosar y forzando consultas es humanamente imposible, y esto desemboca en que otros pacientes tengan que esperar 14 o 15 días para consultarnos un dolor de otro tipo”, refiere.

“Ya no se trata de estar saturados o cansados. Es que atender a más de 50 pacientes al día es imposible”

Ana Carvajal - Médica en el centro de salud de la Casa del Mar

Para el doctor Ramón Veras, portavoz de SOS Sanidade Pública en A Coruña y médico en el centro de salud San José, el problema es que los profesionales de Atención Primaria llevan “una temporada con las agendas tan saturadas”, que “casi cada urgencia o cada nueva consulta que nos solicitan acaba convirtiéndose ya en lo que llamamos citas fuera de agenda”.Cada día hay más peticiones de PCR, esto se traduce en más citas para dar resultados de esas pruebas y en realizar los seguimientos de los positivos. El compañero de administración me enseñó hoy [por ayer] los volantes de peticiones de PCR de los dos últimos días y eran un montón. En la última mañana, solo yo pedí media docena”, apunta el doctor Veras, quien afirma que “lo único positivo” de la situación que se vive estos días en los ambulatorios coruñeses es que los casos de COVID que están atendiendo presentan “cuadros clínicos leves”. “Estamos viendo de todo. Pacientes que llegan a nuestras consultas, por ejemplo, con una diarrea, que también puede ser un síntoma de la infección causada por el SARS-CoV-2. Ayer, sin ir más lejos, atendí a un chico que venía con síntomas de gastroenteritis, muy afectado, pero me dijo que dos días antes su compañero de piso había dado positivo por SARS-CoV-2, y aunque aseguraba que había tenido un contacto muy leve, ya queda la duda. Este tipo de casos los vemos con muchísima frecuencia, ahora mismo, en los centros de salud”, reitera.

“Lo único positivo es que la mayoría de los pacientes con COVID que vemos tienen síntomas leves”

Ramón Veras - Portavoz de SOS Sanidade Pública y médico en el centro de salud San José

El portavoz de SOS Sanidade Pública en A Coruña ilustra el “actual panorama” en el área sanitaria coruñesa con el siguiente ejemplo: “Hoy [por ayer] pedí una PCR a primera hora de la mañana, en torno a las 8.30, y al paciente le dieron la cita para mañana [hoy]. Sin embargo, una que pedí para otro paciente, a las 14.30, se la dieron ya para el día 24. Esto refleja cómo está la situación”, destaca el doctor Veras, quien, no obstante, no se atreve a ser demasiado taxativo a la hora de aconsejar a los ciudadanos sobre cómo han de actuar de cara a las inminentes celebraciones navideñas. “Entiendo que es difícil decirle a la gente que no se reúna con sus familiares, ya es el segundo año que nos encontramos con esta situación en estas fechas, y muchas personas llevan tiempo sin ver a sus seres queridos, hay quienes también han sufrido alguna pérdida en este tiempo... Desde luego, lo más prudente es evitar contactos si se tienen síntomas compatibles con el COVID, y en caso de celebrar alguna reunión familiar, quizás sea conveniente hacerse antes alguna prueba de detección”, sostiene.

Este facultativo del centro de salud San José admite, no obstante, que los test de antígenos de diagnóstico rápido “son útiles cuando son positivos”, porque “permiten detectar antes la infección”. Un negativo en una prueba de ese tipo, sin embargo, “no es garantía de no estar infectado” con el SARS-CoV-2. “Los test de antígenos son menos fiables en personas asintomáticas y que tampoco son contactos, no obstante, resultan siempre mejor que nada. No detectan el 80% de los positivos, pero sí en torno al 40%, y eso también suma”, indica Ramón Veras, quien incide, con todo, en que “lo recomendable sería evitar contactos con personas con las que no se convive”. Considera, además, que en la actual tesitura sería “aconsejable” que la administración sanitaria habilitase “espacios públicos” fuera de los centros de salud, donde los ciudadanos pudiesen realizarse pruebas de detección del virus, “por propia iniciativa y de manera gratuita”. “Desconozco si los laboratorios tienen capacidad para realizar más PCR, pero creo que algo así se debería hacer en el momento actual”, subraya.

El área sanitaria coruñesa supera de nuevo los 200 contagios diarios y repuntan los ingresos

La sexta ola de la pandemia de SARS-CoV-2 continúa sin tocar techo en el área sanitaria de A Coruña y Cee, que ayer volvió a superar la barrera de los 200 nuevos positivos en 24 horas y registró un repunte en los hospitalizados por COVID. Según el último balance diario del Servizo Galego de Saúde (Sergas), con datos recogidos entre las 18.00 horas de domingo y el lunes, la demarcación coruñesa suma 2.530 infecciones activas y se sitúa, por tanto, en cifras similares a las registradas a mediados del pasado enero, en plena escalada de la tercera ola, la que más impactó en los hospitales coruñeses, no obstante, entonces casi el 6% de los enfermos con COVID estaban ingresados.

Los hospitalizados ahora son 40, frente a los 33 de la jornada anterior (poco más del 1% del total de infectados) tras notificarse un ligero repunte. La mayoría de esos pacientes se encuentran en el edificio principal del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), 31 en planta y 6 en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Los tres restantes se reparten entre el Hospital Virxe da Xunqueira de Cee, que alberga a un enfermo con coronavirus en planta, y el HM Modelo, donde permanecen ingresados dos pacientes con COVID, uno en la UCI y el otro en un área de hospitalización convencional.