Los contagios de coronavirus se dispararon en Portugal y rozaron ayer los 9.000, la cifra diaria más alta desde principios de febrero, un día después de que el Gobierno anunciase un endurecimiento de las restricciones en navidades. Según el último boletín de la Dirección General de Salud (DGS) lusa, se notificaron 8.937 infecciones, un máximo desde el 3 de febrero, última vez que se superó la barrera de las 9.000. Se trata de una subida significativa respecto a los últimos días, cuando ni siquiera se habían alcanzado las 6.000 diarias.

Los casos activos en todo el país superaron los 78.000, también la cifra más alta desde febrero, cuando Portugal empezaba a salir de su ola más mortífera y todavía estaba confinado. Aún así, los niveles de mortalidad y de hospitalizaciones son muy inferiores a entonces.

Mientras que a principios de febrero morían entre 200 y 300 personas al día, ayer se reportaron un total de once fallecidos.

En los hospitales portugueses, donde en febrero había más de 6.000 pacientes ingresados con el virus, hay actualmente 909 internados, cinco más que la jornada anterior. De ese total, 155 están en unidades de cuidados intensivos (UCI).

La incidencia a 14 días aumentó y se sitúa en 579,3 casos por 100.000 habitantes, mientras que el índice de transmisión (Rt) se mantiene estable en 1,07.

El incremento de los contagios llega después de que el Gobierno luso anunciase nuevas restricciones de cara a las fiestas navideñas.

El cierre del ocio nocturno y el teletrabajo obligatorio, que estaban previstos para el 2 de enero, se adelantarán al día 25.