La sexta ola de la pandemia de SARS-CoV-2 parece no tener freno en Galicia, y tampoco en el área sanitaria de A Coruña y Cee, que roza ya las 5.000 infecciones activas, tras sumar ayer otros 577 positivos, lo que supone un nuevo récord de contagios diarios en esta etapa de la emergencia sanitaria. El imparable aumento de los contagios en la calle hace que el número total de ingresados con ese coronavirus se haya incrementado más de un 50% en los últimos siete días, y son ya 56 los hospitalizados en la demarcación sanitaria, según el último balance diario del Servizo Galego de Saúde (Sergas), elaborado con datos recogidos entre las 18.00 horas del domingo y el lunes.

La mayoría de los pacientes con COVID ingresados, actualmente, en el área sanitaria coruñesa se encuentran en el edificio principal del Complexo Hospitalario Universitario (Chuac), 45 en planta y cinco en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Los seis restantes se reparten entre el Hospital Virxe da Xunqueira de Cee, que alberga a un enfermo con coronavirus en planta, y los centros privados HM Modelo y Quirón, donde permanecen ingresados cuatro pacientes con COVID; uno en la UCI y dos en un área de hospitalización convencional, en el primero; y otros dos en planta, en el segundo.

El escenario que dibuja esta sexta ola de pandemia de SARS-CoV-2 en la demarcación coruñesa es distinto al de anteriores etapas de la emergencia sanitaria, al menos por ahora, y no cabe duda de que la elevada tasa de vacunación y el avance en la administración de refuerzos y terceras dosis actúan de colchón frente al impacto de los contagios en los hospitales, no obstante, los especialistas consultados por este diario insisten en recetar altas dosis de prudencia, puesto que el incremento de los positivos puede traer consigo un aumento de la presión hospitalaria. Ninguno de ellos, y tampoco las autoridades sanitarias, se atreven a pronosticar cuándo se alcanzará el pico de infectados, pero teniendo en cuenta las celebraciones y encuentros familiares que quedan por venir, y que la variante ómicron, mucho más transmisible que sus predecesoras, circula desde hace al menos tres semanas en nuestro entorno (a la espera de que se publique el nuevo informe de CovidBens, presumiblemente hoy, el último reveló que ómicron ocupaba el 29% de la carga viral en aguas residuales de A Coruña y sus concellos limítrofes en muestras recogidas el pasado 16 de diciembre), lo esperable es que la cifra de nuevos contagios continúe en ascenso en los próximos días.

Los hospitales coruñeses aguantan, por ahora, el envite de la sexta ola, que desde hace días anega, sin embargo, la Atención Primaria. Con el SARS-CoV-2 desbocado y sin freno en la calle, los profesionales del primer nivel asistencial no dan a basto, y aunque en general la mayoría de los pacientes a los que atienden presentan síntomas leves de la infección causada por ese coronavirus, alertan de que el imparable incremento de los contagios puede traer consigo un aumento de la gravedad de los cuadros clínicos por COVID. Tampoco dan a basto sus compañeros de Urgencias, de ahí que los profesionales de ese Servicio en el Chuac hayan convocado una nueva protesta mañana, con el respaldo de la Comisión de Centro del complejo coruñés.