Si eres seguidores de las redes sociales, seguramente hayas escuchados hablar de aplicaciones 'Gorilas' o 'Glovo' con mucha frecuencia en los últimos meses. Esto se debe a la llegada a España de los supermercados fantasma, unos almacenes no abiertos al público que prometen llevar la compra de la semana a casa en menos de diez minutos.

Los trabajadores del almacén se encargan de que preparan el pedido online en solo dos minutos. Para ello deben correr por los pasillos recogiendo los productos del pedido y sin perder ni un solo segundo porque en eso se centra la política de la empresa. Ofrecer un servicio en tiempo récord.

La llegada de esta nueva e innovadora tendencia está envuelta de polémica y acusaciones de precariedad y estrés laboral.

Así funcionan los supermercados fantasma

A través de aplicaciones como 'Gorilas', 'Glovo' o 'Delivero', los usuarios hacen su compra online (sin limite y cualquier tipo de producto) y en el almacén, los conocidos como pickers se encargan de preparar la compra y todo esto, en solo unos minutos.

La velocidad de la entrega se fundamenta en dos eslabones: los pickers o recolectores y los riders. Los recolectores son los empleados que preparan los pedidos en una carrera frenética que suele tener como tiempo máximo un minuto. Las bolsas se entregan a los riders que, gracias a estar distribuidos en limitados radios de reparto, consiguen llegar a casa en tiempo récord.

Los usuarios que ya lo han probado hablan de un servicio muy cómodo y con grandes descuentos pero también hay quienes lo ven muy negativo para los barrios ya que han llegado para reducir las ventas del comercio local aun así, las empresas que prometen llevar la compra a casa de manera ultrarrápida siguen proliferando y todo apunta que el servicio ha llegado para quedarse.