El torero Jaime Ostos falleció ayer de un infarto a los 90 años en Bogotá. El León de Écija, una de las grandes figuras taurinas de los años 60, había viajado a Colombia con su esposa, la doctora María Ángeles Grajal, para pasar el fin de año con unos amigos y presenciar las ferias taurinas de Cali y Manizales.

El hijo de la pareja, Jacobo Ostos, confirmó la noticia en una llamada al programa de Tele 5 Viva la vida: “Ha muerto sin dolor al despertarse”. El diestro había superado una infección por COVID. Previamente, en 2019, sufrió un edema pulmonar y en 2020 fue ingresado por una lesión de espalda. Sin embargo, según su hijo, “hasta ayer [el viernes] estaba bailando”.

Ostos nació en Écija (Sevilla) en 1933. Hijo de una acomodada familia de agricultores, entró en contacto con los toros cuando cursaba estudios, que abandonó. Debutó con público en su localidad en 1952 y cuatro años después tomó la alternativa en Zaragoza de manos de Miguel Baez, el Litri. La confirmó dos años después en Las Ventas.