A Coruña inicia la llamada “cuesta de enero” con cifras de vértigo en lo que a incidencia del SARS-CoV-2 se refiere. El área coruñesa se aproxima a los 13.000 infectados, tras notificarse 1.006 nuevos positivos en 24 horas, y sobrepasa, por primera vez desde agosto, el centenar de hospitalizados con COVID, según el último balance diario del Servizo Galego de Saúde (Sergas), elaborado con datos recogidos entre las 18.00 horas del sábado y el domingo. La demarcación sanitaria suma, en concreto, 12.859 casos activos de ese coronavirus, unos 10.000 -o cinco veces más- que el 22 de diciembre, pistoletazo de salida de las fiestas navideñas, cuando el total registrado era 2.678 y había 42 enfermos con COVID ingresados en los hospitales coruñeses, menos de la mitad de los 104 (62 más) que hay ahora, que son la quinta parte del total gallego (502).

La mayoría de esos 104 pacientes con COVID ingresados en el área coruñesa se encuentran en el edificio principal del Complexo Hospitalario Universitario (Chuac), 83 en planta y 11 en cuidados intensivos (UCI). Los 10 restantes se reparten entre el Hospital Virxe da Xunqueira de Cee, que alberga a un enfermo con coronavirus en planta, y los centros privados HM Modelo, Quironsalud A Coruña y San Rafael. En el primero permanecen recuperándose seis enfermos con COVID, dos en la UCI y cuatro en un área de hospitalización convencional, mientras que en los dos restantes hay ingresados otros tres pacientes con la infección causada por el SARS-CoV-2, todos en planta.

De los 104 hospitalizados con SARS-CoV-2 en el área coruñesa, trece están en la UCI

Todos los especialistas consultados por este diario coinciden en que la resaca de las fiestas navideñas se prolongará al menos una semana más, aunque la mayoría confía en que el pico de contagios de esta sexta ola, convertida en tsunami, se alcance “hacia la tercera o la última semana” de enero.

El doctor Álvaro Mena, médico internista de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Chuac, reconocía recientemente en estas páginas la dificultad para estimar el máximo de infecciones que se podrían llegar a registrar en el área coruñesa. “Hay que tener en cuenta que la cifra de activos variará en función de cómo se definan esos casos y de cuánto se cribe. Si se acortan los tiempos para considerar a un positivo como tal, razonablemente bajará”, refería el experto, “convencido”, no obstante, de que la demarcación sanitaria iba a sobrepasar, “y bastante”, las 10.000 infecciones activas, como finalmente ha sucedido.

El doctor Mena insistía en que “lo fundamental” en el actual contexto es “realizar adecuadamente” las cuarentenas, y en este sentido apuntaba que “si el objetivo es tener un impacto en cortar la cadena de transmisión” del virus, “lo importante es diagnosticar pronto y aislar cuanto antes a los positivos”.

“La mayor parte de los contagios provienen de personas que están en los primeros días de la infección, bien porque no han sido cribadas o porque no se ha hecho adecuadamente. Ahí es donde más podemos incidir. Cuarentenar pronto es mejor, a todos los niveles, que prolongar mucho ese periodo de aislamiento”, advertía el internista de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Chuac, quien aseguraba que, “a día de hoy”, es “completamente imposible” diferenciar si una persona con síntomas respiratorios sufre un resfriado común o COVID sin realizar una prueba de detección. “Hace un año, los pacientes con COVID no presentaban cuadros respiratorios altos, sino otro tipo de síntomas, como fiebre, mialgias (dolores musculares), malestar, etc. A partir de octubre, y sobre todo noviembre, esto empezó a cambiar, tanto en niños como en adultos, y ahora es totalmente indistinguible. El único síntoma que tienen, en la actualidad, muchos infectados con el SARS-CoV-2, es un dolor similar al que se sufre al tener amigdalitis, y mocos o disfonía”, afirmaba el experto.

"En la situación previa a las vacunas, con la cantidad de infectados que hay en la calle, estaríamos viviendo una catástrofe"

Álvaro Mena - Médico internista de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de A Coruña

Aunque la cifra de hospitalizados con COVID se ha ido incrementando, progresivamente, en el área sanitaria de A Coruña y Cee a medida que lo hacían los contagios, el doctor Mena hacía hincapié en que la situación que está generando esta sexta ola de la pandemia de SARS-CoV-2 en los hospitales coruñeses nada tiene que ver con lo vivido hace justo un año, en pleno ascenso de la tercera ola, la que más impacto tuvo en el área sanitaria y que a punto estuvo de colapsar el edifico principal del Chuac, que llegó a albergar a “300 o más” enfermos con COVID en planta y “casi un centenar en las UCI”. “No cabe duda de que la capacidad replicativa y de transmisión de la variante ómicron [que antes de Fin de Año ocupaba el 60% de la carga viral en aguas residuales de la ciudad de A Coruña, y el 27% en el conjunto de los cinco concellos de la almendra coruñesa, según el último informe de CovidBens] es altísima, pero también es verdad que en una población adecuadamente vacunada como la nuestra, la tasa de ingresos que está provocando es baja. En la situación previa a las vacunas, con la cantidad de infectados que hay en la calle, estaríamos viviendo una catástrofe”, avisaba.