La detección de una cardiopatía durante el embarazo o en un niño es siempre una noticia inesperada y muy difícil de asimilar para la familia. Una bofetada donde más duele. Miedo, preocupación, incertidumbre, ansiedad, desesperanza, aislamiento y confusión son algunos de los sentimientos que puede generar el diagnóstico, principalmente en los padres, pero también en otros miembros del entorno más cercano del pequeño, y que se intensifican cuando hay que trasladarse a otra ciudad, o incluso a otra comunidad autónoma, para que el menor sea intervenido o tratado de su dolencia.

La Unidad de Cardiopatías Infantiles del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña (Chuac) empezó a funcionar en 1998, y actualmente es centro de referencia nacional, lo que significa que atiende a pequeños procedentes de cualquier punto de Galicia, pero también del resto de España, aunque, en mayor medida, de las comunidades limítrofes. Dado el impacto socio-familiar que suponen el diagnóstico y el tratamiento integral de esas dolencias cuenta, desde sus inicios, con un Programa de Apoyo Psicosocial. Uno de sus puntales es Hogar de Corazones, iniciativa financiada por la Fundación María José Jove, con el apoyo de la Fundación Profesor Novoa Santos, cuyo objetivo es facilitar el alojamiento gratuito a familias que se desplacen de su lugar de residencia y carezcan de apoyo social en A Coruña o en los ayuntamientos limítrofes, siempre previa valoración de la trabajadora social sanitaria responsable del Programa de Apoyo Psicosocial.

Casi 560 familias de niños con cardiopatías se beneficiaron del 'Hogar de corazones' en los siete años que lleva en funcionamiento

En los siete años que lleva en funcionamiento, el Hogar de Corazones ha alojado a un total de 559 familias, con una estancia media, en 2021, de nueve días. Y es que, pese a la pandemia de SARS-CoV-2, el servicio ha mantenido siempre abiertas sus puertas, y si en 2020 se beneficiaron de él 72 familias, el año pasado hicieron lo propio un centenar.

Humanización asistencial

Hogar de corazones no es, ni mucho menos, el único proyecto en que la Fundación María José Jove colabora con el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Desde 2007, la entidad que preside Felipa Jove mantiene un convenio marco con la Fundación Profesor Novoa Santos destinado a impulsar diferentes actuaciones que “mejoren la calidad de los servicios, la asistencia y la estancia de los niños hospitalizados”, como una beca en cardiopatías congénitas, un programa de telemedicina del Servicio de Cardiología Infantil, otro programa educativo de divulgación y fomento de la donación de órganos o la ciberaula del Materno. También ha promovido la humanización de diferentes espacios de ese centro, como la Unidad de Neonatología, la UCI pediátrica y la sala del despertar o el Hospital de Día pediátrico.