Cuando se empezó a anunciar que la vacunación antiCOVID de adolescentes y niños sería inminente en España, las familias tenían una pregunta en mente: ¿Será seguro para mi hija o hijo? La Agencia Española del Medicamento (AEMP) no ha publicado de momento los datos de reacciones adversas entre los más jóvenes pero sí lo ha hecho el CDC (Centers for Disease Control and Prevention) de Estados Unidos donde las primeras inyecciones a adolescentes comenzaron el mayo pasado. Desde entonces hasta diciembre, las autoridades norteamericanas han recibido 14.707 comunicaciones de efectos tras administrar casi 27,4 millones de dosis, lo que supone el 0,05%. Es decir, las reacciones adversas no llegaron ni al 1%.

Hay que recordar que Estados Unidos comenzó el proceso de vacunación de adolescentes un poco antes que España. En el caso del país de las barras y estrellas, fue el 12 de mayo. Aquí, en junio para los de 12 a 15 años; a mediados de diciembre para los de cinco a once.

Un dato destacable del estudio publicado por el CDC es que el 98% de las notificaciones sobre efectos adversos de las vacunas anti-COVID en niños de cinco a once años en Estados Unidos han sido de carácter leve.

Un total de 4.249 reacciones adversas se localizaron en pequeños de cinco a once años de edad entre los que se administraron 8,6 millones de dosis de la vacuna; mientras que en el tramo de edad de 12 a 15, las dosis facilitadas fueron 18,7 millones y los efectos adversos comunicados ascendieron a 10.458.

Miocarditis

El informe sirve también para calibrar los posibles casos de miocarditis, inflamación del músculo cardiaco. Esta dolencia, señalan desde la Clínica Mayo, “puede reducir la capacidad de bombeo del corazón y causar ritmos cardíacos rápidos o irregulares (arritmias)” y puede causarla un virus o puede ser “el resultado de una reacción a un medicamento”.

Los síntomas de la miocarditis incluyen dolor de pecho, fatiga, falta de aire y latidos cardíacos rápidos o irregulares. Entre los niños norteamericanos vacunados contra el coronavirus —todos ellos recibieron al igual que en España dosis de Pfizer— en el grupo de cinco a once años, solo se contabilizaron 12 casos de miocarditis frente a los 317 de los habidos entre los adolescentes de 12 a 15 años de edad.

Estos datos evidencian que por cada cien adolescentes que recibieron la vacuna antiCOVID en Estados Unidos solo 0,001 desarrolló miocarditis a raíz de la misma, mientras que en los niños de cinco a once la acabaron padeciendo 0,0001.

Entre los niños de este último grupo de edad, las principales reacciones adversas leves fueron vómitos (320 casos), fiebre (296), dolor de cabeza (260) y síncope (256); mientras que los efectos adversos más importantes incluyeron también dolor de pecho.

En los adolescentes, los eventos negativos incluyeron mareos (1.512), síncope (1.057), dolor de cabeza (888), náuseas (860), fiebre (844), vómitos, fatiga, dolor en el pecho y miocarditis.

En España, solo se conocen 321 notificaciones de miocarditis y pericarditis entre las 60,5 millones de dosis de las vacunas COVID de Pfizer y Moderna.