Varias comunidades notificaron ayer al Ministerio de Sanidad un descenso o estabilización de la incidencia de casos de coronavirus, si bien es pronto para que ello se traduzca en un alivio de la presión hospitalaria, que sigue acusando el incremento disparado de casos de la sexta ola.

Todas las autonomías que de momento han hecho públicos sus datos han experimentado una nueva jornada de bajada de positivos salvo Andalucía, donde la incidencia acumulada a catorce días por cada 100.000 habitantes ha subido 42 puntos hasta situarse en 1.407, y los contagios han sido 17.548 más en las últimas veinticuatro horas.

No obstante, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha explicado que los datos más fiables de la evolución de la pandemia son los ingresos hospitalarios y los fallecimientos, ya que hay muchas personas que se hacen test de diagnóstico y no lo comunican oficialmente, por lo que “no es una cifra fidedigna”, sino que “estamos en diente de sierra”.

Así, ha augurado que quedan días de presión asistencial y de aumento de muertos, por lo que ha reconocido que “no esta tan optimista como la ministra” de Sanidad, Carolina Darias, sobre la inminencia del pico de la sexta ola. En esta comunidad, son 52 más los hospitalizados en el último día, 2.143 en total, de los que 238 están en la UCI, siete más que ayer, y 31 los fallecidos.

Por su parte, Aragón ha notificado 5.154 casos positivos de coronavirus correspondientes a este miércoles, 440 menos que el día anterior y 1.475 menos que hace una semana, y un fallecido. Cantabria ha registrado 1.890 nuevos contagios, 238 menos que el día anterior, lo que baja la incidencia acumulada a catorce días de 4.337 a 4.280 casos por 100.000 habitantes, y suma dos fallecidas, ambas mujeres de 101 y 90 años. Castilla y León, por su parte, espera tener en seis u ocho semanas una situación de la pandemia del COVID “próxima” a los niveles de “normalidad”, según aseguró el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez.