Los dirigentes de Resistencia Galega Antón García Matos y Asunción Losada Camba han aceptado una condena de conformidad con el ministerio público de 28 años de prisión, en vez de los 51 que pedía inicialmente por los delitos de integración en organización terrorista, fabricación y tenencia de explosivos, falsedad documental y tenencia ilícita de armas.

La alta pena que han aceptado los líderes de la organización terrorista ha sorprendido a quienes están acostumbrados a combatir el terrorismo en la Audiencia Nacional, sobre todo porque los otros dos acusados tampoco se libran de ingresar en prisión, ya que se han conformado una condena de tres años y medio y de cuatro años de cárcel frente a los 12 a los que se enfrentaban originalmente tanto por parte de la fiscalía como de la acusación que ha ejercido la Asociación Víctimas del Terrorismo.

Tras formalizarse el acuerdo alcanzado ante el tribunal de la Audiencia Nacional que presidía Alfonso Guevara, uno de los condenados, Xoel Manuel Sánchez, al que se impuso la menor condena, pidió hacer uso de la última palabra para afirmar que pese a que aceptaban el acuerdo, en el que admiten la integración en organización terrorista, el adjetivo de terroristas no les "define, sino el de amor de cara a Galicia que está en peligro de extinción".

Arresto previo

En su escrito de acusación, el fiscal Marcelo Azcárraga afirmaba que Antón García Matos y Asunción Losada Camba, detenidos en junio de 2019 en Vigo (Pontevedra), dirigían esta organización terrorista cuyo objetivo era lograr la independencia de Galicia respecto de España y una parte del norte de Portugal "justificando el empleo de la violencia contra personas y bienes como único medio de lograr sus propósitos".

En este sentido, recordaba que García Matos y el también acusado Miguel García Nogales ya fueron arrestados en noviembre de 2005, cuando hicieron público el manifiesto en el que la organización se dio a conocer.

El fiscal explica que aunque en el domicilio de García Nogales fueron hallados útiles preparados para la falsificación de documentos de identidad de Antón García Matos y Asunción Losada Camba, todos fueron puestos en libertad, lo que aprovecharon los dirigentes de la banda para refugiarse en Portugal, desde donde proporcionaban material y daban instrucciones a otros miembros de la organización.

Al ser arrestada, en junio de 2019 en Vigo, Asunción Losada Camba llevaba un sobre con 1.250 euros y cinco hojas con notas manuscritas en las que se indicaban las actividades operativas de la organización a llevar a cabo en fechas próximas.

En el domicilio en el que se ocultaban ambos se hallaron, entre otros efectos, una pistola, un revólver, un subfusil, munición, 2.475 euros en efectivo, DNI falsos y anotaciones sobre personas e instalaciones contra los que atentar.

Igualmente ambos acusados tenían ocultos en un garaje en Coimbra (Portugal), entre otros efectos, 122 bombas de palenque, 43 artefactos de PVC con pólvora, relojes para utilizarlos como temporizadores, varios metros de mecha, cajas llenas de cartuchos de pólvora y un bote con clorato potásico.