La autopsia confirmó la muerte violenta de Esther López de la Rosa, la mujer de 35 años cuyo cadáver fue hallado a primera hora de la mañana del sábado en Traspinedo, localidad vallisoletana de la que era vecina y donde desapareció el 12 de enero.

Aunque no se facilitaron más datos respecto de las causas concretas del óbito, los primeros análisis practicados al cuerpo de la víctima, que se iniciaron ya el domingo y se prolongaron ayer en el Instituto Anatómico Forense de Valladolid, apuntarían una muerte violenta, según la información del diario El Norte de Castilla, que apuntan a fuentes de la investigación. Ya el mismo día del hallazgo la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, confirmaba en su cuenta personal de Twitter la muerte violenta de la vecina de Traspinedo, algo que, sin embargo, no habría sido desvelado hasta ayer una vez concluida la autopsia.

No se descarta que el cuerpo, localizado el sábado por la mañana por un paseante en los alrededores del pueblo, en una finca próxima al polígono Tuduero, junto a la N-122, hubiera sido abandonado allí esa misma noche, máxime cuando el enclave había sido punto de partida de las distintas batidas multitudinarias desarrolladas en las últimas semanas.

Búsqueda de los autores

Mientras tanto, la Guardia Civil continúa con las pesquisas con el fin de identificar y detener al autor o autores de la muerte de Esther López.

La vecina de Traspinedo, desaparecida el pasado 12 de enero, era buscada desde que sus padres presentaran denuncia pasados cinco días, el 17, después de que no diera señales de vida tras haber estado la noche de su desaparición de fiesta con unos amigos en casa de uno de ellos y más tarde en unas bodegas.

Esa era la versión que habían facilitado las dos personas con las que estuvo esa noche antes de que se le perdiera el rastro, que aseguran que la llevaron a casa en coche y discutió con uno de ellos porque quería seguir de fiesta.