La cuenta atrás hacia el fin del uso de las mascarillas en los colegios aún no se vislumbra en Galicia. El comité clínico que asesora a la Xunta en la pandemia retiró ayer el certificado COVID salvo para acceder a hospitales y residencias, pero decidió mantener la protección facial en los patios y las aulas escolares. Los logopedas alertan de las dificultades de comunicación que, con la mascarilla, sufren los menores con patologías del lenguaje.

Los pediatras piden retirar poco a poco la mascarilla en los colegios. Para facilitar la comunicación con y entre los menores, ¿los logopedas también lo piden?

Cuando sea posible y las medidas lo permitan. Como sanitarios que somos, no nos metemos en decisiones de las autoridades sanitarias. Transformo su pregunta en positivo: la comunicación es mejor sin mascarilla, en los niños también.

¿En qué aspectos tienen dificultad los niños para comunicarse con la protección en la cara?

Los niños con dificultades ahora son los que ya tenían trastornos o dificultades en el habla o la voz, en la audición y en el lenguaje. Por ejemplo, niños con trastorno del espectro autista (TEA), con sordera o con patologías del lenguaje. El resto de los niños no tienen mayores complicaciones que las que pueden tener los adultos; lo son, son dificultades porque en la comunicación necesitamos vernos la cara, la expresión. La mascarilla nos enseñó a fijarnos más en los ojos, que nos dan más información al faltarnos la boca y otros gestos faciales.

¿Han sido mayores las dificultades de los adultos para hacerse entender a los niños con problemas en el lenguaje y también para entenderlos a ellos?

Nos están faltando elementos de la comunicación. Nos cuesta oír mejor por culpa de la barrera que supone el material del que están hechas las mascarillas. Tampoco nos permite obtener la comunicación total, es decir, fijarnos en el gesto de la persona a la hora de hablar. Cuando hay mucho ruido en una cafetería y nos cuesta escuchar, todo adulto se fija mucho más en la cara del otro porque le falta la comunicación por vía auditiva. Con la mascarilla esto también se refleja. Los niños normales no tienen un trastorno en la adquisición del lenguaje aunque les falte esa comunicación total que les falta a los adultos por lo que no les llega a través del oído. Pero los niños con patologías del lenguaje tienen problemas que entorpecen más.

¿Estos niños tienen que explotar más la comunicación no verbal?

Seguirán teniendo dificultades enormes mientras lleven la mascarilla. Les falta ver la boca, y aunque pongamos mascarillas transparentes hay barrera. También en clase, donde les falta la otra comunicación, y niños no solo con sordera, también con trastorno específico del lenguaje, con TEA, con déficit de atención e hiperactividad.

Los logopedas destacan que el uso de la mascarilla afecta a lo que llaman discriminación de los sonidos. ¿En qué sentido?

Un niño que haya adquirido lenguaje antes de usar la mascarilla y tenga en casa una buena estimulación tiene una buena suplencia mental y auditiva. Un ejemplo: si yo le digo algo en lo que faltan fonemas, “ocaillo de chorizo”, nuestro cerebro suple los fonemas que faltan y sabe que me refiero a un bocadillo. Con la mascarilla es posible que falten fonemas. Vuelvo a lo mismo: si el niño está estimulado convenientemente en su casa no debería tener problemas de comunicación.

¿Han tenido que redoblar esfuerzos los logopedas al tratar con niños con problemas de lenguaje?

Somos los profesionales que más difícil lo tuvimos para trabajar en las clínicas porque tuvimos que trabajar sin mascarilla, y los niños también. Cuando un niño tiene que rehabilitar un sonido, el de la r por ejemplo, tienes que verle la boca, y el logopeda tiene que quitar su máscara para enseñar la posición correcta de la boca. No usamos mascarillas, por lo que volcamos esfuerzos en tener ventanas y puertas abiertas, filtros, desinfección a tope. Hubo que adaptar las medidas de la pandemia a una situación en la que no podíamos usar mascarilla.

Cuando por fin se retiren las mascarillas a estos niños, ¿les va a llevar un tiempo adaptarse al cambio positivo?

Les va a beneficiar tanto que les va a llevar cero coma. Tardamos muy poco en acostumbrarnos a lo bueno. Y el cambio supone un regreso a la normalidad, a la que los cerebros se adaptan rápidamente.

Hay muchos adultos que no se quitan la mascarilla en la calle aunque ya pueden. ¿Es posible que los niños tampoco quieran quitársela?

Mi opinión es personal, porque esto tiene que ver más con la psicología. El miedo y la precaución los siente cada uno a su manera y no todos tenemos claro hasta qué punto estamos protegidos teniendo a la gente cerca de nosotros. Todo lo tenemos muy reciente: ahora hay cifras más bajas, pero todavía hay contagios. Por eso nos cuesta quitar la mascarilla.