El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, considera “preocupante” la existencia de una organización criminal que ha sido desarticulada por la Policía Autonómica tras la detención de tres personas, que facilitaba certificados falsos de PCR y antígeno. Comesaña destacó que la Consellería que preside “fue la que lanzó la voz de alarma” ante un caso que les llegó sobre falsificación de pruebas diagnósticas de COVID-19.

“Nos parece muy grave y por eso lo denunciamos cuando hacerse pruebas en Galicia era tan fácil como ir a los múltiples puntos de pruebas diagnósticas gratuitas”, manifestó. Por eso, el titular de Sanidade subraya que no se entiende este modo de actuar, “salvo por motivos espurios, para poder sacar un rendimiento que no tiene explicación”. “Nos parece preocupante”, concluyó.

La Policía Autonómica desarticuló la organización, que facilitaba, a través de varias clínicas en las provincias de A Coruña y de Pontevedra, certificados falsos de PCR y test de antígenos en el marco de la pandemia por la COVID-19. Además de las tres personas detenidas, hay una cuarta investigada.

Tres detenidos

La investigación se denominó Operación Xermánica, y a los detenidos e investigados se les ha imputado por delitos contra la salud pública, organización criminal, falsedad documental, usurpación de funciones públicas, intrusismo, suplantación de identidad y estafa.

La investigación se inició en enero, cuando la Consellería de Sanidade solicitó la colaboración de la Policía Autonómica tras detectar que una clínica en el municipio coruñés de Ames supuestamente había manipulado el resultado de una prueba diagnóstica COVID, explicó la Xunta en un comunicado.

Las pesquisas permitieron localizar tres sedes de la organización, una de las cuales ya no contaba con actividad en el momento de la investigación, mientras que las otras dos continuaban con las tomas de muestras y con la emisión de los certificados falsos de las pruebas COVID: una clínica en O Milladoiro, en Ames; y otra en Vilagarcía.

Los certificados contaban según señalan las mismas fuentes, con el logo de las clínicas y un código QR, “aparentando todos los requisitos legales para viajar al extranjero, pero realmente sin validez legal”, destacan.

La Policía Autonómica constató que ninguna de los locales contaba con los “requisitos sanitarios legales para su funcionamiento como centro sanitario” y una parte de los trabajadores carecía de la titulación sanitaria necesaria. Tampoco cumplían con los requisitos dictados por la Ley de Protección de Datos.

En las pesquisas comprobaron, además, que las instalaciones simulaban un “verdadero centro sanitario”; contaban con carteles informativos en la fachada y en las proximidades, con publicidad en periódicos, en redes sociales y con página web propia.