El COVID-19 puede afectar a mujeres gestantes al provocar una alteración del ambiente metabólico, el metabolismo del hierro y el suministro de oxígeno de las células de la placenta y, por lo tanto, influir negativamente en los mecanismos esenciales del desarrollo fetal, según se desprende de una investigación que ha liderado la Universidad de Granada.

La infección con COVID-19 durante el embarazo puede tener consecuencias posteriores a la infección, pues la sobreproducción de radicales libres y el deterioro en el sistema antioxidante podrían acelerar el envejecimiento prematuro de la placenta, inhibiendo la proliferación celular. También induce daño a proteínas, lípidos y ADN en trofoblastos —células placentarias—.

El equipo investigador ha observado un aumento de vitaminas D, E y coenzima Q10 en la placenta, como resultado de una mayor captación de las células placentarias para hacer frente al estrés oxidativo relacionado con la infección viral.