El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, no descarta que pueda haber una nueva ola de COVID-19, pero apuesta por “convivir con el virus” en este “nuevo escenario”. En una entrevista concedida ayer a la Radio Galega, García Comesaña avanzó que “próximamente” la estrategia en este “nuevo escenario” se centrará “únicamente” en las personas “más vulnerables”. El titular de Sanidade explicó que la convivencia con el virus está amparada en dos pilares: la vacunación, sobre lo que defendió que Galicia tiene una posición “ventajosa y estable”, aunque con “algún matiz”, y las características de la infección por la variante ómicron.

García Comesaña apuntó que si se mantiene “el nivel de gravedad de la enfermedad”, la situación se mantendrá “como ahora” y se podrán abordar “próximas olas” como esta última, en la que el nivel de casos produjo un efecto en el sistema sanitario “mucho menor”.

Adelantó también el conselleiro, en línea con sus últimas declaraciones, que es “probable” que esta semana se retiren las mascarillas en los centros educativos, aunque insistió en que este paso se consultará en el comité clínico, una vez finalizada la administración de la segunda dosis de vacuna a los niños.

MEDIDAS EN LOS COLEGIOS

Cuestionado sobre cuándo se extenderá la retirada de las mascarillas a otros ámbitos, el titular de Sanidade apuntó que se irán dando “pequeños pasos”, pero llegará “más pronto que tarde” con “prudencia” y analizando “poco a poco” cada paso que se realice. García Comesaña afirmó que se mantendrá la ventilación en las aulas, ya que se ha demostrado su “efectividad”, aunque quizá no con la “intensidad” con la que se realiza ahora.

El conselleiro reiteró que, en un escenario donde la definición de casos positivos y el seguimiento de casos se va a limitar a los más vulnerables —personas mayores de 60 años, inmunodeprimidos o embarazadas-—, la estrategia general debe orientarse hacia ese colectivo. “Cuando llegue ese momento”, avanzó el titular de Sanidade, se centrarán solo en ese grupo y los no vulnerables ya no se declararán como casos positivos ni se les hará seguimiento.

García Comesaña calculó que pasarán dos semanas para ello, y que tendrán que hacer un “esfuerzo de comunicación” porque se va a “romper” lo establecido y, por ejemplo, va a haber positivos no aislados en su lugar de trabajo.