La cirugía robótica gana terreno en los quirófanos del Complexo Universitario de A Coruña (Chuac). Desde que en julio del pasado año el edificio principal de As Xubias estrenase uno de los siete equipos Da Vinci de última generación instalados en la sanidad pública de Galicia, este cirujano 4.0 de nombre renacentista había efectuado extracciones de tumores prostáticos, su principal indicación en urología, y colorrectales, fundamentalmente. La previsión de la dirección médica del centro coruñés es incrementar su uso, progresivamente, a otras especialidades, y durante el primer trimestre de 2022 se han dado nuevos pasos en esta dirección, al empezar a extirpar tumores de endometrio, hace poco menos de un mes, y también de pulmón, mediante esa tecnología.
ESTRENO: El robot Da Vinci se incorporó al Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) en julio del pasado año, de la mano del Servicio de Urología
Cuenta la jefa de Ginecología y Obstectricia del Chuac, Belén López Viñas, que los especialistas de su Servicio se pusieron a los mandos del robot Da Vinci el pasado mes de noviembre, para extraer lesiones premalignas y llevar a cabo cirugías complejas, correcciones del prolapso... con el horizonte de empezar a realizar, este año, cirugías oncológicas — “fundamentalmente, extracción de tumores de endometrio”, especifica— haciendo uso de esa tecnología. Un avance que se materializó el pasado mes de febrero. “Nuestra idea es centrar el uso de Da Vinci en pacientes oncológicas susceptibles de cirugía endoscópica y en otras intervenciones quirúrgicas de alta complejidad dentro de la endoscopia ginecológica”, refiere la doctora López Viñas, quien resalta las numerosas “ventajas” que supone operar mediante ese equipo.
“El robot tiene una calidad de imagen excepcional, que permite avanzar liberando el tejido sano del enfermo sin dañar otras estructuras. Esa visión tan buena posibilita realizar, también, una hemostasia casi perfecta. La pérdida hemática en pacientes operadas con Da Vinci es prácticamente nula. Apenas sangran. Además, el uso de esta tecnología facilita la preservación nerviosa en cirugías oncológicas o en las que pueda estar comprometida la inervación, como la cirugía de la endometriosis, pues permite desecar muy bien los espacios y mantener las estructuras nerviosas íntegras”, explica.
ESPECIALIDADES: En la actualidad, hacen uso de esa tecnología especialistas de los servicios de Urología, Cirugía general y Aparato Digestivo, Ginecología y Cirugía Torácica
Todas estas ventajas, destaca la responsable del Servicio de Ginecología del Chuac, mejoran el postoperatorio de las pacientes. “Los brazos del modelo de robot que tenemos en el Chuac —hay otros— sujetan los trócares (las cánulas que se introducen en el abdomen y por las que se mete luego el resto del instrumental quirúrgico), con lo cual prácticamente no se mueven. Al apenas haber movimiento, tampoco se produce una fricción en la pared abdominal, y eso se traduce en menos dolor postoperatorio”, detalla la doctora López Viñas.
“Por otro lado —continúa la experta—, al sujetar el robot los trócares se sostiene la pared abdominal. Esto nos permite trabajar con unas presiones de CO2 mucho más bajas, con lo cual el equilibrio y la hoemostasis son mejores. En laparoscopia, a veces, para llevar a cabo la misma cirugía, precisamos trabajar con unas presiones de gas más elevadas”, apunta la jefa de Ginecología del complejo hospitalario coruñés, y reitera: “A las pacientes les aporta un beneficio, dado que la recuperación tras la cirugía es buena y rápida”.
INTERVENCIONES: La principal indicación de Da Vinci es la cirugía oncológica, y en el Chuac se extirpan ya, mediante esa tecnología, tumores de próstata, colorrectales, endometrio y pulmón
Desde que se estrenaron a los mandos de Da Vinci, los especialistas del Servicio de Ginecología del Chuac han estado realizando un par de cirugías, cada semana, mediante esta tecnología. “Tenemos asignado un día a la semana, en jornada de mañana. En febrero, Urología y Cirugía general y del Aparato Digestivo empezaron a realizar actividad de mañana y tarde durante uno de los días que disponen del robot, y supongo que en breve nosotros iniciaremos también esa actividad, de manera que podremos asumir un mayor número de pacientes”, confía la doctora López Viñas, quien reconoce que el hecho de que “otros muchos servicios” se estén preparando para hacer uso de Da Vinci va a dificultar “poder realizar todas las intervenciones” que les “gustaría” mediante ese único equipo. “Nuestro complejo hospitalario cuenta con muchos servicios y mueve a un gran volumen de enfermos. En ginecología, aparte de ver a nuestros propios pacientes, recibimos a algunos de otras áreas sanitarias, de ahí que el número de sesiones quirúrgicas que realizamos sea muy importante”, recuerda.
VENTAJAS: Entre sus ventajas, destaca la mejora de la precisión en cirugías por laparoscopia. Al ser una tecnología 3D, permite a los médicos tener una visión magnificada
Aunque hasta ahora los ginecólogos del Chuac solo han recurrido al robot Da Vinci para intervenir tumores de endometrio, la jefa de Servicio avanza que, a medio o largo plazo, no descartan extender el uso de esa tecnología a otros tipos de cáncer. “Se contemplará en casos de cáncer de cérvix y, con el tiempo, probablemente también para hacer linfadenectomías en cirugías seleccionadas de cáncer de ovario”, expone.
Trayectoria del equipo
El robot Da Vinci se estrenó en el Chuac el pasado 20 de julio, de la mano de los especialistas del Servicio de Urología, que lidera Venancio Chantada. Posteriormente, en octubre, empezó a utilizar el equipo el Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo, con José Noguera al frente. Tras incorporarse a su uso Ginecología y Obstectricia y Cirugía Torácica, la idea es que lo puedan hacer también otras especialidades, como Cirugía Cardíaca, Maxilofacial u Otorrinolaringología, e incluso Cirugía Pediátrica.
La principal ventaja de Da Vinci, aseguraba tras su debut en el complejo hospitalario coruñés el doctor Venancio Chantada, es que “mejora muchísimo la precisión en las cirugías por laparoscopia”. “Al tratarse de una tecnología 3D, permite al cirujano tener una visión magnificada, como si navegara por el interior del cuerpo del paciente. Además, el robot tiene una tecnología que mejora los movimientos del facultativo, al poder girar 360 grados, y otro aspecto muy positivo es que no tiembla. En un médico con experiencia, el temblor es imperceptible, pero hasta en eso Da Vinci es mucho más preciso”, destacaba el especialista.
El ‘ingenio’ mejora la precisión en las cirugías sin suplir, en ningún caso, la labor facultativa
No obstante, y pese a sus evidentes ventajas, el jefe de Urología del Chuac hacía hincapié en que el robot no suple, en ningún momento, al cirujano. “Obviamente, tiene que haber un cirujano que maneje el equipo; si lo dejásemos solo, haría una desfeita. Pero Da Vinci sí mejora los movimientos y la precisión del facultativo. Visión en 3D, magnificación, navegación interna y precisión son las cuatro características principales de esta tecnología. Todo esto va a permitir que los pacientes, que son intervenidos mediante unos puntos de entrada mínimos de apenas un centímetro, se puedan levantar ya al día siguiente de la operación, y en muchos casos, recibir incluso el alta hospitalaria. Además, el postoperatorio es mucho menos doloroso, se reduce enormemente el riesgo de sufrir hemorragias, y esto va a posibilitar que recuperen, en pocos días, su vida familiar, social y laboral”, recalcaba el doctor Chantada, quien incidía en que la cirugía con Da Vinci “es muy funcional”, y lo ilustraba con el siguiente ejemplo: “Permite extirpar el tumor prostático evitando las secuelas, tanto de incontinencia urinaria como de disfunción sexual, algo especialmente relevante en pacientes jóvenes”.
El robot ‘aterrizó’ en los quirófanos del complejo coruñés en julio del pasado año
Más “cauteloso” se mostraba el doctor José Noguera sobre esta cuestión. “Los enfermos operados con Da Vinci tienen un poco menos de dolor postoperatorio, pero la reducción de la estancia hospitalaria, con respecto a los intervenidos mediante laparoscopia convencional, es muy marginal”, afirmaba el jefe de Cirugía general del complejo hospitalario coruñés, quien reconocía en octubre que sus pacientes no eran “muy conocedores, aún, de la existencia de la cirugía robótica”, de ahí que al comunicarles que iban a ser intervenidos mediante esa tecnología “lo más importante” fuese transmitirles que se les iba a hacer “una cirugía de calidad”, con independencia del método empleado. “Lo más importante es que entiendan que, tanto la robótica como la laparoscopia, son técnicas mínimamente invasivas, y que recurrir a una u otra depende de múltiples factores. Entre ellos, la disponibilidad del momento. Con la laparoscopia, realizada por manos expertas, les puede ir igual de bien que con el robot”, subrayaba.
