Suicidios, tentativas y autolesiones han aumentado entre los jóvenes desde el inicio de la pandemia de SARS-CoV-2, y aunque aún no hay datos concretos sobre esta terrible realidad, entidades como el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia (COPG), el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Coruña (COFC) y la Fundación para el Cuidado de la Salud Mental (Salma) urgen medios para hacerle frente.
“No hablamos solo de ancianos o de personas que se han quedado en paro; se está suicidando gente a edades muy tempranas”, advierte, contundente, la decana del COPG, Rosa Álvarez Prada, quien insta a estudiar “qué falla” para haber llegado a esta situación y reclama, entre otras medidas, la incorporación de psicólogos clínicos en los colegios e institutos para evitar que los problemas de salud mental “se cronifiquen”.
“Los centros educativos demandan con frecuencia nuestra ayuda para abordar problemas que no se solucionan con una charla puntual”, sostiene la decana del COPG, quien incide en que el personal de orientación o el profesorado de los colegios e institutos “no tiene la formación necesaria” que sí poseen los psicólogos clínicos para el manejo de los problemas de salud mental.
Rosa Álvarez Prada denuncia, en este punto, que Galicia está “a la cola de España” en dotación de profesionales de la psicología en la sanidad pública, y esgrime datos concretos: “En el Servizo Galego de Saúde (Sergas) hay cuatro psicólogos clínicos por cada cien mil habitantes. La media estatal es de seis y la europea, de 18, el cuádruple que en Galicia. Los especialistas en nuestra comunidad se cuentan con los dedos de una mano, y esto conlleva que en algunas área sanitarias haya demoras de hasta medio año para primeras consultas, y de tres o cuatro meses para los seguimientos”.
Consumo de psicofármacos
Esta situación se da en un contexto de empeoramiento de la salud mental que también constatan los farmacéuticos coruñeses. Una consulta reciente al sector revela, de hecho, que el 98% de esos profesionales creen que ese aspecto ha empeorado, a nivel general, desde la irrupción del SARS-CoV-2, y citan los ansiolíticos, los antidepresivos y los preparados de fitoterapia a base de plantas medicinales entre los medicamentos cuya dispensación se ha disparado en los últimos dos años.
Sobre esta cuestión, la presidenta de la Fundación Salma en Galicia, Ana González Novás, alerta de que el consumo de ansiolíticos en la comunidad es “un 71% mayor que la media estatal”. “El 25% de población gallega padece algún tipo de enfermedad mental y la mitad la sufre de forma indirecta, al tener un familiar afectado a su cargo. Además, la población con depresión en Galicia duplica a la del resto de España”, resalta González Novás, quien considera preciso atender “no solo lo urgente, sino también lo importante”, dotar al sistema “de una atención sociosanitaria real”, y fomentar la prevención “mediante la promoción de hábitos saludables para nuestra mente”.
Campaña de las farmacias coruñesas: escucha activa e intervención precoz a pie de calle
“No tienes motivos para estar así”; “lo que tienes que hacer es salir más”; “podría ser peor”; “ya se te pasará”... Frases de este tipo, aún pronunciadas con buena intención, caen como un jarro de agua fría sobre las personas con problemas de salud mental. “Lo que necesitan estos pacientes es empatía”, considera el presidente del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña (COFC), Héctor Castro Bernardino, quien aconseja “no banalizar” la situación de los aquejados por esas dolencias, realizar una “escucha activa” y llevar a cabo “intervenciones precoces” para intentar prevenirlas.
“Se estima que en 2030 los problemas de salud mental serán una de las primeras causas de discapacidad en el mundo, hacen falta recursos en materia sanitaria para abordarlos y hace falta, también, una cobertura social adecuada”, resalta el presidente del COFC, entidad que acaba de lanzar una campaña que busca, precisamente, “poner encima de la mesa el debate y normalizar la problemática de la salud mental”.
Los farmacéuticos coruñeses aportarán algunas estrategias para tratar esa problemática desde sus establecimientos, “el primer punto sanitario y el más accesible” para los ciudadanos.
“Analizaremos cuestiones como la adherencia al tratamiento, el apoyo, la información y el consejo en torno a los medicamentos que se prescriben para abordar los problemas de salud mental, las explicaciones sobre los efectos secundarios, el seguimiento farmacoterapéutico o la escucha activa y normalización de estas dolencias, que afectan a buena parte de la población y en las que el apoyo del entorno, tanto social como familiar, es fundamental”, reitera Castro Bernardino, quien avanza que la campaña se difundirá en las 570 farmacias de la provincia de A Coruña, a través de carteles y bolsas, así como en redes sociales.
