La Ponencia de Vacunas del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) debate en estos días si se debe aprobar, o no, una cuarta dosis de la vacuna del coronavirus para los mayores de 80 años. Un nuevo pinchazo que algunas comunidades, como Andalucía, defienden y otras, como Madrid, piden se someta a la consideración científica. Quienes sí avalan que esos pacientes más vulnerables, empezando por los que viven en residencias, reciban una nueva dosis son los geriatras. Así lo señala a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario que pertenece al mismo grupo que este medio, la doctora Lizzeth Canchucaja, de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).

Canchucaja, miembro del grupo de trabajo de vacunas de la sociedad científica, señala que se aconseja la cuarta dosis "porque las personas mayores que viven en residencias son el grupo más vulnerable" y las medidas de precaución deben extremarse. La médico, geriatra en el Centro Fórum del Parc de Salut Mar, en Barcelona, considera que los candidatos serían aquellos mayores de 80 en los que ya se han cumplido cinco meses desde la última dosis de refuerzo. Apunta que, con la variante ómicron, se ha observado una disminución de la eficacia vacunal en los pacientes que estaban con la pauta correspondiente.

En España, esa dosis de recuerdo -que en países como Alemania, Francia o Israel ya se administra a mayores y personal sanitario- fue aprobada el pasado enero por la Comisión de Salud Pública, en la que están representadas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, para pacientes inmunodeprimidos o con patologías que disminuyan el sistema inmunitario.

Un grupo en el que están, entre otros, personas de muy alto riesgo, como aquellas con fibrosis quística, trasplante de progenitores hematopoyéticos, trasplante de órgano sólido y en lista de espera para trasplante de órgano sólido, trasplante pulmonar, renal, pancreático, cardíaco, hepático o intestinal. En el mismo apartado se incluyen enfermos de diálisis de diversos grados, enfermedades oncohematológicas y diversos tipos de enfermos de cáncer con o sin quimioterapia, así como diversos casos de VIH, inmunodeficiencias o personas con síndrome de Down mayores de 40 años.

Demasiado pronto para población general

A comienzos de abril, el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) insistían en que "es demasiado pronto" para considerar el uso de una cuarta dosis de las vacunas contra el covid-19 en la población general. Sin embargo, ambas agencias acordaban que se puede administrar ese pinchazo (o una segunda dosis de refuerzo) a los adultos de 80 años o más.

En España, el debate prosigue. ¿Es necesario ese nuevo pinchazo para los mayores de 80?. Se plantean dos cuestiones. Una, su vulnerabilidad. Dos, porque los datos de incidencia de los últimos días han empeorado y los expertos ya advierten que, aunque a nivel asistencial las cifras son buenas -no hay un volumen importante de ingresos- sí están aumentando los ingresos en planta de personas mayores, de más de 65 o 70 años. 

Con datos de este viernes 29 de abril, la curva epidemiológica del coronavirus muestra nuevamente signos de avance diez días después de levantarse el uso de las mascarillas, con un aumento de la incidencia entre los mayores de 60 años hasta los 676,43 casos (68 puntos más en una semana) y un crecimiento de la trasmisión que ha ido paralelo a una leve subida de la ocupación hospitalaria, principalmente en planta, que pasa del 5%. Con porcentajes del mismo día, el total de personas vacunadas con pauta completa en nuestro país es de más de 39 millones.

Punto de consenso con el Ministerio

Con estas cifras, ya hay comunidades que, como Andalucía -que dice no entender la negativa del Gobierno a que la comunidad administre ese nuevo pinchazo a los más mayores- esperaban haber llegado a "un punto de consenso" sobre esta cuestión en el seno del Consejo Interterritorial celebrado el pasado miércoles. Sin embargo, finalmente, el asunto quedó postergado y, en ese mismo día, a lo que dieron luz verde Ministerio y comunidades autónomas fue a la aprobación de la Estrategia de Salud Cardiovascular. De manera que la aprobación relativa a que los más mayores reciban un nuevo pinchazo, de momento queda aplazada.

En Madrid, su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, pedía este viernes que se tenga en cuenta el criterio científico a la hora de acordar la administración de esa cuarta dosis y recordaba que en la franja de edad de mayores de 80 años que han recibido dosis de refuerzo se ha demostrado que el riesgo de ingreso hospitalario crece un 24% a los seis meses de haberse vacunado y cerca de un 40% a los nueve meses.

"Hablamos de mayores, personas más vulnerables, sobre todo en residencias, donde hay mucha comorbilidad. Por tanto, plantearse esa cuarta dosis es un paso. De hecho, ya se está trabajando en una segunda generación de vacunas que permita una protección durante más tiempo. Seguimos hablando de un virus nuevo y todo es un proceso", señala la doctora Lizzeth Canchucaja.

Además, la portavoz de la SEGG añade que el descenso de la protección en aquellas personas que recibieron la vacuna hace cinco meses, era esperable. La buena noticia dice, es que por el momento "no se traduce en ingreso hospitalario y mortalidad y eso nos da ayuda para tomar determinadas decisiones".