Es, de forma involuntaria, uno de los términos más difíciles de pronunciar: cáncer. Una enfermedad que se ha convertido en la patología con mayor impacto en la salud de la Comunitat Valenciana y que arroja un índice de mortalidad desalentador. Según los últimos datos autonómicos consolidados —2020—, el 20 % de los fallecimientos registrados en el territorio responde a esta enfermedad.

El 60 % de las mujeres, 50 % en el segmento masculino, desarrollará un tumor a lo largo de su vida y hasta el 30 % de los diagnósticos de cáncer de mama virará hacia el cáncer de mama metastásico, que actualmente no tiene cura. La innovación —posibilitadora de la realización de estudios genómicos, así como de la creación de nuevos fármacos— es, en este punto, esencial.

Conscientes de su función vertebradora, Prensa Valenciana y Novartis celebraron el pasado martes un foro que contó con la intervención de Ana Barceló, consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, que quiso reivindicar que desde el departamento que encabeza se potencian nuevas líneas de investigación.

«Cada vez más, se está avanzando el desarrollo de la medicina personalizada en la que marcadores genéticos y medicina molecular juegan un papel fundamental y favorecen la medicina de precisión», esgrimió.

Un atisbo de esperanza que ha conseguido aumentar la supervivencia por encima de los cinco años de casi el 80 % de las mujeres con cáncer de mama metastásico. Es el ejemplo de Pilar Fernández, presidenta de CMM. Su potente discurso, centrado en la democratización del acceso a tratamientos y la universalización del diagnóstico molecular en todos los centros hospitalarios, marcaron la hoja de ruta.

«La vida de una persona con cáncer de mama metastásico depende de que los tratamientos funcionen y, fundamentalmente, de la investigación e innovación», apuntó, «pero poco nos sirve que existan terapias dirigidas si esos fármacos no llegan a las personas». En este sentido, denunció una inexistente equidad interterritorial, pues «tu código postal no puede dirimir si vives o mueres».

En esta línea, Natividad Calvente, directora de Relaciones Institucionales de Novartis, expuso que la compañía trabaja con los pacientes «más allá de una solución farmacológica». «La investigación nos ha permitido crear 225 ensayos clínicos que tratan a más de 600 pacientes mediante innovaciones terapéuticas en la Comunitat Valenciana en fases tempranas y, a su vez, contamos con soluciones asistenciales como programas de detección precoz, diagnóstico molecular, aprovechamiento de datos, etc.», destacó.

Otro de los desafíos que centró el foro conducido por Silvia Tomás, directora de Levante TV, y sobre el que hubo consenso por parte de los especialistas farmacéuticos y oncológicos presentes fue el cribado de la enfermedad y la asignación de tratamientos pertinentes.

Joaquín Gavilà, jefe clínico del Servicio de Oncología Médica del IVO, explicó que «la oncología de precisión permite que tengamos terapias dirigidas en base a los perceptores hormonales», pero que «nos enfrentamos al problema, con frecuencia, de discernir cuándo finalizar el tratamiento». Este primer matiz resulta especialmente significativo, pues un cribado exhaustivo que permita conocer el funcionamiento del cáncer multiplica la probabilidad de éxito del fármaco.

Y, en este sentido, las opciones también aumentan de forma exponencial. Desde ensayos clínicos hasta biopsias líquidas, menos invasivas, o ciclos de quimioterapia a través de vía oral. No obstante, no se debe olvidar, como subrayó Fernández, que solo el 61 % de los fármacos oncológicos está aprobado en España. Sobre esta cuestión, José Manuel Ventura, director general de Farmacia y Productos Sanitarios, sostuvo que las pruebas diagnósticas tienen que ser «robustas, certeras y estar suficientemente valoradas y estudiadas».

Una tarea que tildó de «compleja», pero que permite determinar qué técnicas son adecuadas y cuáles pueden implantarse en las redes primarias con condiciones de equidad. «Debemos combinar lo que aprueba la EMA y los procesos de precio/reembolso. Necesitamos una evaluación solidaria, los productos son esperanzadores, pero en ocasiones pueden ser inútiles e ineficientes», admitió.

'Novartis ofrece innovación y soluciones asistenciales para mejorar la calidad de vida de los pacientes'

Por su parte, Ana Lluch, catedrática de Medicina de la UV y coordinadora de investigación de cáncer de mama del Hospital Clínico Universitario de València, defendió que «tener una industria farmacéutica que nos apoye es fundamental» y, coincidiendo con el resto de participantes del encuentro, que el diagnóstico molecular, a través de la secuenciación masiva del tumor, permite estudiar las diferentes alteraciones de la célula tumoral. «Gracias a esos datos confirmamos que un tumor tiene diversas alteraciones y podemos adaptar el tratamiento y los fármacos en función de las mismas», desarrolló.

No obstante, aunque lamentó que el elevado coste de esta tecnología la prive de estar presente en todos los hospitales, sí quiso matizar que todos y todas las pacientes sí tienen acceso a ella. En este punto, es necesario hablar del cáncer de mama metastásico de forma inclusiva, pues la enfermedad también compromete la vida de los hombres.

Márius Soler, presidente de INVI, estableció una problemática añadida a las ya anteriormente citadas: prevención y diagnóstico. Así, el 80 % de los tumores de mama en hombres son metastásicos a causa de faltas de cirugía, de diagnóstico temprano y de acceso a tratamientos.

«Acudimos a Atención Primaria porque ni el profesional nos deriva a pruebas diagnósticas para cribar o descartar la patología. Los pacientes estamos, mayoritariamente, en fases 3 y 4. El abordaje del tumor es muy diferente que en un estadio primario», afirmó.

No obstante, no pierde, como sus homólogos de debate, el optimismo y, como ellos, lanza un deseo que debería convertirse en imperativo: «educación, concienciación y un circuito sanitario eficaz».

«El cáncer es un problema de salud pública»

La consellera Ana Barceló participó en el foro sobre cáncer de mama metastásico organizado por las cabeceras informativas de Prensa Valenciana y Novartis el pasado martes, 3 de mayo, en Palau Alameda. En el encuentro, reivindicó que el departamento que encabeza aboga por un «sistema de salud que cura, pero también cuida».

«El cáncer de mama es el tumor más frecuente, tres de cada diez mujeres son diagnosticadas con esta enfermedad en la Comunitat Valenciana. Es un problema de salud pública y, dada su incidencia, este se acompaña de una gran trascendencia en la vida de estas personas», expuso.

Así, defendió que la ciencia e innovación contribuyen a revertir el estigma de enfermedad incurable para dar paso a una patología crónica, pues el desarrollo de la medicina personalizada juega un papel fundamental que favorece la medicina de precisión y aumenta la tasa de supervivencia por encima de los cinco años tras el diagnóstico.

En este sentido, quiso lanzar un reconocimiento público a las asociaciones de mujeres con cáncer de mama, pues «tienen un valor social muy importante al generar espacios de conocimiento compartido». «Para nosotros es una prioridad potenciar las líneas de investigación, solo de este modo se puede avanzar en el conocimiento y disminución de impacto de la enfermedad», afirmó.

En la autonomía valenciana, el programa de prevención, que cumple ya 30 años de cribado, ha servido para realizar casi cinco millones de estudios mamográficos y la detección precoz de más de 20.000 casos de la enfermedad.

«Los circuitos rápidos de Atención Primaria facilitan este hecho», puntualizó Barceló, que recordó las recomendaciones del Código Europeo para disminuir el riesgo de desarrollar esta patología, como adoptar hábitos de vida saludable, disminuir la exposición solar o participar en programas de cribado, entre otras.