La Opinión de A Coruña

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Investigación en A Coruña

Virus para combatir ‘superbacterias’

Un tratamiento con virus fagos salva a un paciente de EEUU de una bacteria resistente a todos los antibióticos | Microbiólogos del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña estudian desde hace años esa opción terapéutica

Imagen al microscopio de un virus. | // ALEX FIODOROV

Cuando el científico escocés Alexander Fleming descubrió la penicilina, el primer antibiótico de la historia, a finales de los años 20, los médicos pensaban que era la panacea, que las infecciones iban a desaparecer, pero no estaban en lo cierto. El propio Fleming lo advirtió en 1945, al recoger el premio Nobel de Medicina por ese hallazgo. “Llegará un día en que cualquiera podrá comprar penicilina. Entonces existirá el peligro de que un hombre ignorante pueda fácilmente tomar una dosis insuficiente y que al exponer sus microbios a cantidades no letales del fármaco los haga resistentes”.

Pocos años después, la profecía de Fleming empezaba a cumplirse, con la aparición de las primeras cepas resistentes a los antimicrobianos, y en particular a los antibióticos, y hace casi una década ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el grave problema de salud pública que suponen las llamadas superbacterias o bacterias multirresistentes, que se registran en todos los países del mundo y que pueden afectar a cualquier ciudadano, con independencia de su edad.

La comunidad científica internacional se afana, desde entonces, en buscar tratamientos alternativos a los antibióticos tradicionales, y cada vez son más los estudios que señalan a las terapias experimentales con virus bacteriófagos, o fagos, como una posible solución. La prestigiosa revista científica Nature Communications se hizo eco, recientemente, del caso de un paciente de Boston (EEUU), inmunodeprimido, que logró vencer una infección cutánea multirresistente combinando cirugía y antibióticos con esa opción terapéutica, que microbiólogos del Instituto de Investigación Biomédica (Inibic)-Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) investigan desde hace años.

“Los fagos (líticos) son virus, con capacidad de matar (lisar) las bacterias. En la actualidad, debido al problema de la resistencia a los antimicrobianos, suponen una alternativa muy prometedora dada su elevada especificidad, su capacidad de multiplicarse en el lugar de la infección y su bajo coste de producción”, explica María del Mar Tomás Carmona, médica microbióloga del Chuac, investigadora del Inibic y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), quien refiere que “cada fago es capaz de reconocer una bacteria hospedadora concreta, que presente los receptores específicos para ese fago, lo que determina su especificidad”.

“Esto supone una ventaja frente a los antibióticos, los cuales presentan una afectación más general, eliminando bacterias que forman parte de la flora comensal (microbiota), con la posibilidad de producir reacciones secundarias”, apunta.

Mar Tomás Carmona Cedida

Especifica esta médica microbióloga del Chuac e investigadora del Inibic que las aplicaciones biomédicas de los fagos (y sus proteínas derivadas) incluyen “no solo su uso terapéutico frente a infecciones por bacterias resistentes a los antimicrobianos procedentes de los hospitales, como Pseudomonas, Acinetobacter o Klebsiella”, sino también “micobacterias y bacterias de la comunidad”.

“En relación al tipo de infección, la fagoterapia ha mostrado eficacia frente a infecciones osteoarticulares, neumonías o bacteriemias (infecciones bacterianas en el torrente sanguíneo), aunque se requieren más estudios a través de una medicina personalizada”, considera la doctora Tomás Carmona, quien señala que los fagos y sus proteínas derivadas “también son útiles como métodos de diagnóstico molecular y prevención de la infección”.

“Los fagos son, por el momento, una de las terapias más prometedoras en la lucha frente a las bacterias resistentes a los antimicrobianos”

María del Mar Tomás Carmona - Médica microbióloga del Chuac e investigadora del Inibic

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Los microbiólogos del Inibic-Chuac tienen amplia experiencia en el estudio de “cócteles de fagos líticos” frente a bacterias resistentes a los antimicrobianos, “como Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter o Klebsiella pneumoniae, en combinación con antibióticos”, que han mostrado “un efecto sinérgico o potenciador (en ocasiones asociado a la re-sensibilización de la bacteria a los antibióticos)” en determinadas infecciones.

“Además, a partir de proteínas derivadas de los fagos, estudiamos nuevas dianas de tratamiento como las lisinas (proteínas líticas), así como innovadores métodos de diagnóstico molecular de patógenos”, sostiene la doctora Tomás Carmona, quien detalla que, para “mejorar” esa terapia, los investigadores coruñeses analizan “los mecanismos moleculares bacterianos que evitan la acción de los fagos”, con el fin de “controlarlos y obtener su máxima eficacia”.

La médica microbióloga del Chuac e investigadora del Inibic considera, de hecho, que el futuro apunta en esa dirección.

Es posible que los fagos sean utilizados como potenciadores de los antibióticos al favorecer su acción frente a bacterias resistentes a los mismos. Nos dirigimos, por tanto, al desarrollo de terapias combinadas, de fagos con antibióticos, para favorecer la eliminación de las bacterias resistentes responsables de la infección”, resalta la doctora Tomás Carmona, y apoya esta afirmación en “los casos de éxito en pacientes que se encontraban en una situación clínica grave”, publicados en prestigiosas revistas científicas de impacto mundial “como Nature Medicine y Nature Comunications”.

“Los fagos son, por el momento, una de las terapias más prometedoras en la lucha frente a las bacterias resistentes a los antimicrobianos”, reitera.

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