La Opinión de A Coruña

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Siete autonomías detectan ya más de una treintena de casos de viruela del mono

El rastreo permite identificar como posible foco vírico la multitudinaria Maspalomas Gay Pride, a la que asistieron 80.000 personas, pero Canarias solo vincula un contagio a esa fiesta

El jefe del Instituto de Microbiología alemán, en su laboratorio en Múnich, el pasado viernes. | // REUTERS

El rastreo de varios de los casos de viruela del mono detectados en España en la última semana ha permitido identificar un posible foco de contagio. Se trata del Maspalomas Gay Pride, una fiesta multitudinaria a la que asistieron 80.000 personas. Según el Gobierno canario, solo un caso está vinculado a este festival celebrado entre el 5 y el 15 de mayo. Este gran foco de contagio sería el segundo que se identifica en España después del localizado en una sauna del centro de Madrid, clausurada el viernes por la Consejería de Sanidad madrileña.

El hecho de que los dos grandes puntos de contagio identificados hasta ahora estén vinculados a la comunidad gay ha movido a la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (Felgtbi+) a solicitar que no se estigmatice al colectivo, ya que la viruela del mono no es una enfermedad venérea. Así, ha recordado que la transmisión de este virus se da “en el contexto de un vínculo estrecho con la persona infectada, pero no necesariamente por vía sexual y, por supuesto, no es exclusiva de la población Lgtbi+”.

El sábado ya se había contabilizado 30 contagios confirmados y otros 22 sospechosos en siete comunidades (Galicia, Madrid, País Vasco, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Canarias).

La evolución de la viruela del mono no suele manifestar complicaciones graves en personas sanas y que no acarreen otras dolencias añadidas. La incubación del virus suele durar entre 6 y 13 días, aunque puede prolongarse hasta 21. Los primeros síntomas que se expresan suelen ser cuadros de fiebre, dolor de cabeza y musculares, fatiga y ganglios inflamados. En las 72 horas siguientes es habitual que se manifiesten erupciones cutáneas con pequeñas ampollas que crecen llenándose de pus y posteriormente forman costras. Los pacientes dejan de ser contagiosos cuando estas costras se secan y caen, proceso que suele durar entre una y tres semanas.

A la vista de los casos detectados, los técnicos de la ponencia de alertas del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, han elaborado un protocolo de actuación que recuerda que las personas contagiadas o que sospechen que tengan el virus deberán aislarse en casa y solo podrán salir para ir al médico, mientras que sus contactos no deberán hacer cuarentena pero sí reducir al máximo las interacciones y usar de manera constante la mascarilla.

El documento recuerda que es la primera vez que se notifican cadenas de transmisión en Europa sin vínculos epidemiológicos conocidos con África occidental o central y que la mayoría de casos que han ido detectándose se han dado en hombres que han mantenido relaciones de riesgo con otros hombres.

Ese protocolo señala que todos los casos confirmados o que estén siendo investigados “deben permanecer aislados y bajo vigilancia”. “Ante cualquier caso sospechoso se iniciará la búsqueda e identificación de posibles contactos estrechos tanto entre el personal sanitario como entre convivientes, laborales o sociales, especialmente los contactos sexuales”, indica la guía.

Por otro lado, los contactos estrechos no deben hacer cuarentena, aunque los expertos les piden “extremar las precauciones y reducir todo lo posible las interacciones sociales utilizando de forma constante la mascarilla”. En este caso, urgen a “abstenerse de mantener contactos sexuales”.

El virus del mono no es una enfermedad nueva. Antes de saltar esta alerta de contagios, el principal mecanismo de transmisión era el contacto directo (incluyendo el consumo) o indirecto con mamíferos vivos o muertos, sobretodo roedores o primates de zonas endémicas. En 2019, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó una vacuna de tercera generación contra la viruela y en 2022 ha autorizado un tratamiento antiviral específico que no está comercializado en España. La disponibilidad de ambos es muy limitada.

Más de 80 afectados en más de una decena de países, según la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó ayer más de 80 casos de la viruela del mono y anunció el comienzo de un protocolo de trabajo con los países afectados, más de una decena según las estimaciones de la agencia de la ONU, a la hora de mejorar “su comprensión sobre el alcance y las causas de la enfermedad”. La OMS tiene constancia, además, de medio centenar de casos adicionales pendientes de confirmación sobre un virus que describe como “endémico en las poblaciones animales de varios países”. Sin embargo, admite que los brotes encontrados en once países —doce contando a Suiza, que ayer confirmó su primer caso después de la publicación de ese comunicado — conforman una circunstancia “atípica” por ocurrir en lugares “no endémicos”. “La viruela del mono se propaga de manera diferente al coronavirus, siembre bajo un estrecho contacto”, explicó la organización. “La gente que ha mantenido una interacción cercana con alguien afectado presenta más riesgo de contagio. Esta población incluye a trabajadores sanitarios, miembros de una familia o compañeros sexuales”, indicó la OMS. La viruela del mono se da en África Central y Occidental, a menudo cerca de las selvas tropicales, y se considera endémica en la República Democrática del Congo, donde se descubrió por primera vez en humanos en 1970. Los síntomas de la enfermedad incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y fatiga. Las erupciones en la piel también pueden aparecer en la cara y otras partes del cuerpo. La tasa de mortalidad de los brotes de viruela símica suele oscilar entre el 1% y el 10%, según la OMS, y la mayoría de las muertes se producen en los grupos de edad más jóvenes.

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