La Opinión de A Coruña

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España ya tenía almacenadas dos millones de vacunas contra la viruela en 2019

No sirven para el brote de viruela del mono y son distintas a las compradas ahora por Sanidad | Se habrían adquirido por posibles ataques bioterroristas

España tenía en 2019 unos dos millones de vacunas contra la viruela, pese a que entonces la infección ya estaba erradicada y tampoco había casos de viruela del mono en Occidente. El país dejó de inmunizar contra esta infección en 1980, un año después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la diera por eliminada. Así consta en una resolución del Boletín Oficial del Estado (BOE) del agosto de 2019, que recoge un convenio entre el Ministerio de Defensa y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).

Ayer, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció la compra de miles de vacunas para hacer frente al brote de la viruela del mono. ¿Por qué España contaba, hace tres años, con un depósito de dos millones de vacunas si no había casos de viruela del mono en Europa? Los expertos consultados apuntan al peligro de una posible guerra bacteriológica. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, creció el miedo a los ataques bioterroristas, con liberación intencionada de virus, bacterias, toxinas u otros patógenos para causar enfermedades a personas, animales y plantas, o de provocar su muerte. El Ministerio de Sanidad no aclaró a este diario el motivo de la compra de estos dos millones de vacunas, que resguardaba el Ministerio de Defensa, ni tampoco si las sigue teniendo.

Muchos países occidentales compran vacunas de agentes peligrosos en caso de que haya motivos militares. “No es tan raro. Cuando Rumsfeld era secretario de Defensa de los EEUU con Bush, compró muchas dosis de un fármaco llamado Cidofovir, contra la viruela, y aún lo tienen bien guardado por si acaso”, señala el infectólogo e internista del Hospital de Sant Pau (Barcelona) Pere Domingo.

El vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV) Fernando Moraga-Llop apunta a que el bioterrorismo fue un temor que surgió a raíz del ántrax. “También hay países que guardan un número reducido de vacunas para personal militar, de laboratorio o sanitarios de alto riesgo”, dice.

Las vacunas contra la viruela que España tenía en 2019 eran ACAM 2000. No serían efectivas contra la actual viruela del mono, según Moraga-Llop.

“Esta no es la vacuna indicada para poner ahora porque es de segunda generación y ya tenemos otra contra la viruela de tercera generación. La verdaderamente eficaz es Imvanex”, indica este vacunólogo, que cree que “no hay que vacunar a todos los menores de 50 años (los que no están vacunados)” contra la viruela del mono.

Imvanex es precisamente la vacuna que comprará España, según anunció la ministra Darias. “No hay que pensar en una vacunación generalizada de la viruela”, insiste. En su opinión, solo hay que vacunar a las personas que han tenido un “contacto estrecho e íntimo” con pacientes con la infección en los primeros cuatro días tras la exposición. Si la vacuna se pone después del cuarto día y hasta el 14, servirá para “atenuar” las manifestaciones de la enfermedad. A los no vacunados que estén en contacto con un infectado se les pondrán “dos dosis”. A los vacunados de pequeños que estén ahora en contacto con infectados se les pondrá “una dosis de recuerdo”. “Hay que comprar vacunas contra la viruela, sí, pero hay que hacer un uso muy restringido”, destaca Moraga-Llop.

Roger Paredes, Jefe de Sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti), afirma que los países están comprando más vacunas contra la viruela, pero «la cuestión es si la enfermedad se quedará o no”. “Es un virus nuevo para todos, pero nos hemos de preparar para los contagios secundarios”, dijo Paredes.

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